La salida de las embarcaciones se produjo pocas horas después de la conferencia de prensa del secretario del Interior de los Estados Unidos, Ken Salazar, en donde asegurará al mundo que: “No habrá un derrame de petróleo” en el Ártico.
"Shell ha gastado ya 4 millones de dólares en su ruta hacia el Ártico, sólo que ahora un movimiento mundial se ha dispuesto para proteger esta región”, declaró Jackie Dragon, coordinador de la campaña Océanos de Greenpeace Internacional,quien se encuentra a bordo del barco “Esperanza” perteneciente a la organización ambientalista.
“Mientras Estados Unidos, desde la Florida hasta Texas, sufre los impactos del calentamiento global, Shell quiere fracturar el hielo marino del Ártico para perforar en busca de más combustibles fósiles. Estamos en camino hacia las prístinas aguas de Alaska, ésta es una de las batallas épicas que definirán el medio ambiente de nuestra época”, agregó Dragon.
El “Esperanza” se trasladará a los mares de Chukchi donde se ubican algunos sitios destinados para la perforación petrolera. Los científicos y activistas a bordo, harán un registro y darán testimonio, desde las profundidades marinas hasta la superficie, de todo lo que está comprometido con la perforación del Ártico. El buque cuenta también con un avión de observación y botes inflables de casco rígido (RHIB´s).
“El Ártico necesita opiniones independientes respecto a lo que Shell está haciendo. Simplemente hay demasiado en juego para confiar en la seguridad que ofrecen las grandes petroleras en un ecosistema prístino y delicado”, aseguró Jackie Dragon
Desde que Greenpeace lanzó la campaña mundial para salvar el Ártico - el 21de junio-, más de 250,000 personas se han unido a ella a través de la página web SaveTheArctic.org para solicitar a la Organización de Naciones Unidas una resolución para declarar al Ártico un santuario global y prohibir la extracción depetróleo y la pesca no sustentable en aguas árticas.