"El gas no es un arma. Es una mercancía. Producimos y vendemos gas. El comercio con gas es una cuestión positiva y pacífica porque une a muchos países. Nos interesa vender este combustible, para ganar dinero en interés de nuestros accionistas, da igual si son rusos o extranjeros o si son inversores privados o públicos", declaró Medvediev.
Asimismo, recordó que el gobierno ruso es el accionista mayoritario, pero no el único. "Todos los accionistas, y en total son más de 500,000 incluido el gobierno ruso, quieren hacer beneficios y no la guerra".
"¿Qué sentido tendría renunciar a los ingresos de la venta de gas?", indicó Medvediev sobre un eventual boicot del gas ruso como posible consecuencia a eventuales sanciones económicas contra Rusia por el conflicto con Ucrania.
"Rusia siempre ha suministrado su gas, incluso en las situaciones más difíciles e incluso durante la Guerra Fría. Siempre hemos respetado los contrados. Gazprom no ha interrumpido nunca el suministro", recordó.
En 2009 el suministro se interrumpió cuando Ucrania bloqueó el paso de gas ruso por su país. "Europa y Rusia dependen la una de la otra en el comercio energético y las dos partes se benefician del negocio del gas".
En 2013, los Estados de la Unión Europea importaron cerca de 160,000 millones de metros cúbicos de gas procedente de Rusia, con el que cubrieron un 31 por ciento de sus necesidades. En Alemania más de un tercio del gas proviene de Rusia. Mientras, algunos Estados del sureste de Europa dependen por completo del gas ruso.
El gas ruso es importante para Alemania, pero ¿cómo de importante es Alemania para Gazprom?, le preguntó el medio a Medvediev. "Alemania es nuestro mayor cliente en Europa. Valoramos a los alemanes por su modo pragmático de hacer negocios".