"Le hemos manifestado explícitamente a Carstens que consideramos que cumple los requisitos necesarios para liderar una organización global como el FMI", dijo a Efe Bergara.
La postura de Uruguay, explicó, "tiene que ver con los antecedentes profesionales de Carstens, su carrera de hacedor de política en México y su antiguo cargo de vicedirector gerente (número tres) del Fondo Monetario".
Cuando en 2005 el actual gobernador del Banco Central de México y ex secretario de Hacienda del país norteamericano ostentaba ese puesto en el FMI negoció con las autoridades uruguayas una solución a la crisis en que la nación sudamericana se hallaba desde 2002.
"Fue una acuerdo complicado pero Carstens tuvo el pragmatismo necesario para que Uruguay pudiera salir de la situación crítica en que estaba en materia financiera", explicó Bergara.
En el FMI, agregó, el mexicano "tuvo un rol muy respetado y muy activo, y contribuyó a que la visión tecnocrática histórica del organismo incorporara aspectos sociales y de economía política".
Asimismo Bergara reveló que en aquella negociación Uruguay descubrió que Carstens "era muy considerado, con respeto y confianza, por todo el personal" de la institución financiera multilateral.
Para el presidente del BCU, la pertenencia de México al grupo de países emergentes es un factor también a tener en cuenta pero no debe ser el primordial en este caso.
"Creemos que hay un proceso de transformación en el FMI en el que es necesario enfatizar la presencia de los países emergentes, pero no hacemos de la nacionalidad un factor para la decisión", argumentó.
"Los criterios de selección tienen que basarse en sus antecedentes profesionales y su capacidad de liderazgo. Hablar a favor de Carstens no significa hablar contra de nadie", puntualizó.