En el marco del acto protocolario de inauguración de la modernización de las centrales turbogas “Nizuc”, “Cancún” y de la subestación eléctrica “Kekén”, en esta ciudad, el funcionario dijo que como parte de la reforma energética, la CFE dejó de ser una paraestatal para convertirse en una empresa productiva del Estado mexicano.
“Esto significa dejar atrás la etapa de haber sido un monopolio para convertirse en una empresa que compite día con día con más de 30 consorcios que ya están en nuestro país”, subrayó.
Hernández Martínez aseveró que “atrás quedó” la etapa en que la única misión de la CFE era acelerar la electrificación en el país y ahora se debe convertir en una empresa rentable, moderna y competitiva.
En ese sentido, expuso que para cumplir con esa nueva misión, la CFE ha transitado de una estructura verticalmente integral a una nueva, en la que incluso se dividió ya en 13 nuevas empresas subsidiarias y filiales.
“Estas nuevas empresas a pesar de operar de manera independiente en el mercado eléctrico, mantienen un objetivo y propósito común que es trabajar incansablemente por el bienestar de los mexicanos”, añadió.
En el evento lo acompañaron el gobernador Carlos Joaquín González y los presidentes municipales de Benito Juárez, Remberto Estrada Barba; de Isla Mujeres, Juan Carrillo Soberanis, y de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña.
En su mensaje, Hernández Martínez subrayó que Cancún es una ciudad que crece a un rimo acelerado gracias al empuje y al trabajo de su gente y que en este proceso, de desarrollo, la energía eléctrica es un servicio fundamental para continuar impulsando las actividades productivas en esta región.
Por ello, añadió, la demanda de energía eléctrica en Cancún aumenta a una tasa del 6 por ciento al año, prácticamente el doble del promedio al que crece la demanda en todo el país.
Aseveró que ante esta realidad, la CFE decidió modernizar sus centrales generadoras de energía en Cancún y Nizuc instalando tecnología de punta que mejora considerablemente la eficiencia de esos lugares que ya tenían más de 30 años de servicio.
Refirió que adicionalmente la CFE construyó la subestación eléctrica Kekén y que con ella, la energía eléctrica generada en las centrales de Cancún y Nizuc, así como en las nuevas que se pretenden instalar, se tendrá una distribución de manera confiable a los hogares de los cancunenses.
Hernández Martínez explicó que en total, la modernización de las centrales y la construcción de la subestación significaron una inversión mayor a los mil 800 millones de pesos.
“Son recursos verdaderamente bien empleados, ya que contribuirán a que cerca de 40 mil habitantes de esta gran ciudad tengan acceso a un servicio eléctrico de mayor calidad y más confiable”, reiteró.