El Comité de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria, dará a conocer sus decisiones mañana, miércoles, a la hora 17:30 GMT, y unas dos horas después el presidente de la Reserva, Ben Bernanke, ofrecerá una conferencia de prensa.
La Reserva Federal ya ha anunciado que mantendrá hasta mediados de 2013 su política monetaria que tiene la tasa de interés de referencia en menos del 0.25 por ciento desde diciembre de 2008, de modo que la expectativa en los mercados en si el banco central procederá con sus otras medidas de estímulo y a qué ritmo las aplicará.
El banco central estadounidense ha adquirido 2.3 billones de dólares de títulos hipotecarios y bonos del gobierno en dos rondas de intervención desde 2009.
En septiembre pasado anunció que vendería 400,000 millones de dólares en bonos de corto plazo para adquirir un monto similar en bonos de más largo plazo, un programa que apunta a contener los costos del empréstito para empresas y consumidores.
Algunos analistas de mercados esperan que la Reserva Federal inicie una tercera ronda de estímulo en abril, y más son los que están seguros de que la pondrá en marcha antes de mediados de año.
En el último trimestre de 2011 la actividad económica de Estados Unidos creció a un ritmo anualizado del 3% después de haber marcado una tasa anualizada del 1 por ciento en los tres meses anteriores, según los cálculos de la mayoría de los analistas. El gobierno dará su informe sobre el Producto Interno Bruto (PIB) el viernes próximo.
Las compras de los hogares crecieron a un ritmo anual del 2.4 por ciento entre octubre y diciembre, comparado con un ritmo del 1.7 por ciento en el trimestre anteriores. En la segunda mitad del año pasado las empresas añadieron 853,000 empleos, comparado con 782,000 en los seis meses anteriores y la tasa de desempleo en diciembre cayó al 8.5 por ciento, la más baja en casi tres años.
El índice de precios de consumo (IPC) de Estados Unidos. subió un 3 por ciento el año pasado, el mayor incremento en los últimos cuatro años, después de que en 2010 el alza fuera del 1.5 por ciento.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente en 2011 fue del 2.2 por ciento, levemente por encima de lo que la Reserva Federal considera como un aumento de precios saludable y aceptable.
Aunque el aumento del IPC en todo el año fue el doble que en el año anterior, los datos mensuales muestran una desaceleración de la inflación, que en junio marcaba un ritmo anual del 3.9 por ciento antes de que empezaran a bajar los precios de la energía.