"Nadie puede decirme con seguridad que la suspensión de pagos no causaría una catástrofe", dijo Dimon, que preside el banco más grande de Estados Unidos por capitalización bursátil, en declaraciones que publica el diario Wall Street Journal en su edición digital.
"Es fundamental que se fije el techo de la deuda, y es fundamental que Estados Unidos muestre disciplina fiscal", señaló el banquero, al tiempo que puntualizó que "ambos aspectos son importantes no solo para la salud financiera de Estados Unidos, sino para la del mundo entero".
La Reserva Federal (banco central) de Estados Unidos advirtió ayer sobre la necesidad de elevar el límite de endeudamiento del país, algo que afectó al cierre en terreno negativo de Wall Street, cuyo principal indicador, el Dow Jones de Industriales, acabó con un descenso del 0.44 por ciento.
Wall Street, que había abierto con ligeras alzas alentado por la publicación de buenos resultados de JP Morgan Chase, perdió el terreno ganado después de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, urgiera este mismo día al Congreso a hacer "todo lo posible" para evitar una suspensión de pagos de Estados Unidos.
El presidente del banco central de Estados Unidos alertó ante el Comité de Banca del Senado de los efectos "caóticos" que tendría una suspensión de pagos sobre la economía del país y del mundo.
"El Congreso debe dar todos los pasos posibles para evitar una suspensión del pago de la deuda o la mera impresión de que pueda producirse", dijo Bernanke, que recordó a los legisladores que "un cese de pagos de la deuda o de los beneficios sociales es, se mire como se mire, un incumplimiento de las obligaciones, que tendrá un impacto sobre la economía pero, aún más, sobre la confianza".
El tope de deuda pública, de 14.29 billones de dólares, se alcanzó en realidad el pasado 16 de mayo, pero "medidas de emergencia" tomadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lograron prorrogar la fecha hasta el 2 de agosto.
La agencia de calificación de riesgos Moody's advirtió el miércoles a Estados Unidos que ha colocado bajo revisión su deuda de cara a una posible rebaja, ante la posibilidad de que el Congreso de este país no alcance un acuerdo para elevar el límite de endeudamiento antes del 2 de agosto.