En México, dijo, este delito ha tenido un impacto significativo en los últimos años, pues ha contribuido al desarrollo de otras actividades ilícitas como la delincuencia organizada, el trasiego de drogas, armas, personas o combustibles o simplemente para cerrar autopistas y prenderles fuego para los bloqueos de algún capo.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), hay un crecimiento de este ilícito y tienen relación con hurtos de combustible o robos a transeúntes. De casi 200,000 vehículos despojados en el país el año pasado, 66,038 (33.3 por ciento) fueron con violencia y 131,557 (66.69 por ciento) sin violencia. Fue enviada a la Comisión de Puntos Constitucionales.