El consorcio, del mismo nombre que el proyecto, recibió la adjudicación tras plantear su propuesta económica que ronda los 7,600 millones de dólares, como costo total de la obra.
De esta forma, Odebretch y Enagás superaron la propuesta del consorcio Gasoducto Peruano del Sur, integrado por la francesa GDF Suez, la estadounidense Sempra, la argentina Techint y la colombiana TGI.
Según lo estipulado, el consorcio ganador estará ahora a cargo del financiamiento, el diseño, la construcción, la operación, el mantenimiento y la transferencia al Estado peruano del gasoducto, que tendrá aproximadamente una longitud de 1,000 kilómetros y un diámetro de 32 pulgadas.
El proyecto consiste en un sistema de transporte de gas natural con una longitud que supera los 1,000 kilómetros, con un diámetro de 32 pulgadas, en tres tramos que se extenderán desde el yacimiento de gas natural de Camisea, en Cusco; hasta el departamento de Moquegua.
Los yacimientos de Camisea albergan una de las más importantes reservas de gas natural en Latinoamérica, con un volumen probado de 8.7 trillones de pies cúbicos (TFC).