Con un crecimiento regional medio del Producto Interno Bruto (PIB) del 4.5 por ciento en 2011 (frente al 6.1 por ciento en 2010), las exportaciones latinoamericanas de mercancías crecieron el año pasado un 27 por ciento, un punto más que en 2010, hasta los 749,000 millones de dólares.
El aumento de las importaciones de mercancías, por su parte, fue del 24 por ciento, seis puntos menos que en 2010, hasta los 727,000 millones de dólares, lo que representa un 4 por ciento del total mundial.
En servicios comerciales, el aumento de las exportaciones fue del 14 por ciento con respecto a 2010, hasta los 130,000 millones de dólares (un 3 por ciento del total mundial), y el de las importaciones del 18 por ciento, hasta los 163.000 millones de dólares (un 4 por ciento del total mundial).
Estas cifras regionales no incluyen a México, donde el incremento de las exportaciones de mercancías fue del 17 por ciento con respecto a 2010, cuando el incremento fue del 30 por ciento, hasta los 350,000 millones de dólares, y el de las importaciones del 16 por ciento (doce puntos menos que en 2010), hasta los 361,000 millones de dólares.
El informe señala que el comercio mundial creció un 5 por ciento en el conjunto de 2011, lo que representa "una marcada desaceleración respecto del aumento del 13.8 por ciento registrado en 2010", y advierte de que "la tasa de crecimiento será aún menor en 2012", en torno al 3.7 por ciento, según las proyecciones de los economistas de la OMC.
"Han transcurrido más de tres años desde el colapso del comercio en 2008-2009, pero la economía y el comercio mundiales siguen caracterizándose por su fragilidad", manifestó en la presentación del informe el director general de la OMC, Pascal Lamy.
"La nueva desaceleración del comercio prevista para 2012 es señal de que el riesgo de que se agrave la situación sigue siendo elevado. Todavía no hemos salido de los apuros", agregó Lamy.
Sobre las perspectivas para América Latina y la influencia de las políticas proteccionistas adoptadas en los últimos meses por países como Argentina y Brasil, Lamy consideró que su efecto es menor.
El director general recordó que el 80 por ciento del impacto en el comercio internacional tiene que ver con el crecimiento de las economías y que desde el inicio de la crisis en 2008 sólo el 1 por ciento ha tenido que ver con las políticas restrictivas al comercio.
"Es una cifra minúscula. Además, es muy difícil hacer un seguimiento de las consecuencias específicas (de las políticas proteccionistas), aunque siga siendo verdad que para los próximos tres años esperamos un balance negativo entre las políticas de apertura al comercio y las políticas restrictivas", declaró.
Los pronósticos de la OMC parten de la base de que en 2012 la producción mundial crecerá en un 2.1 por ciento a los tipos de cambio del mercado, en comparación con el 2.4 por ciento del año 2010.
El principal riesgo, afirma la OMC, viene de la Unión Europea, de que haya una contracción económica más pronunciada de la prevista, del contagio financiero relacionado con la crisis de la deuda soberana y de un rápido crecimiento de los precios del petróleo.
"Los datos recientes sobre producción dan la pauta de que la Unión Europea puede haber entrado ya en recesión. Incluso la dinámica economía china parece estar creciendo más lentamente en 2012", señala la OMC, que considera que los buenos datos procedentes de Estados Unidos y Japón contrarrestarán parcialmente esta tendencia.