El recorte anunciado hoy por la entidad financiera implicaría una desaceleración de la economía global para 2012 con respecto a este año y situaría a Estados Unidos y a Europa "peligrosamente al borde de la recesión para el periodo comprendido entre los próximos seis y doce meses".
El banco ha justificado en un comunicado que los motivos de este recorte de las previsiones de crecimiento residen no sólo en datos económicos "decepcionantes" sino también en los recientes "errores políticos" en Estados Unidos y en Europa, además de la posibilidad de un nuevo ajuste fiscal en 2012.
Una espiral que se mueve entre un crecimiento débil y unos mercados de activos temerosos ante la difícil coyuntura económica, añade.
Sin embargo, Morgan Stanley subraya que un escenario de recesión -marcado por dos trimestres consecutivos de contracción- no es el más probable, ya que el sector empresarial se muestra "saludable" y los ingresos de los hogares se verán apoyados por una inflación más baja.
Asimismo, la entidad estadounidense espera más medidas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE), como un recorte de los tipos de interés en la zona euro hasta el 1 por ciento desde el 1.5 por ciento actual.
En su informe, Morgan Stanley ha reducido las previsiones de crecimiento para los países desarrollados, situándolas en el 1.5 por ciento para ambos ejercicios, cuando en un primer momento la entidad estimaba un repunte del 1.9 y del 2.4 por ciento para 2011 y 2012.
Además, el banco estadounidense también ha rebajado las perspectivas de crecimiento de las economías emergentes desde el 6.6 hasta el 6.4 por ciento para 2011 y desde el 6.7 inicial al 6.1 por ciento para el próximo año, lo que implicaría dos años consecutivos de desaceleración en estos países, después de haber cerrado el pasado año con un crecimiento del 7.8 por ciento.
Para la zona del euro, el banco ha rebajado nuevamente las perspectivas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en esta ocasión un punto porcentual para 2011 y 2012, un periodo para el que calculan un crecimiento medio de tan sólo el 0.5 por ciento, "muy por debajo" de las previsiones anteriores que lo situaban en 1.2 por ciento.
Un recorte que viene determinado por un crecimiento más débil de lo que se esperaba en las economías de la zona euro durante el segundo trimestre del año y por una serie de nuevos factores que pesarán probablemente en los datos correspondientes a la primera mitad de 2011.
Entre estas razones , Morgan Stanley destaca un crecimiento más lento del comercio mundial, las dificultades de financiación a largo plazo para los bancos, las medidas de austeridad anunciadas en varios de los países de la zona euro, los elevados precios de los servicios, la tasa de cambio del euro y las continuas tensiones en las economías periféricas.
Por otro lado, la entidad sostiene que a medida que el "miedo" se apodere del crecimiento, los rendimientos a 10 años del denominado "Bund" alemán, con el que se mide la prima de riesgo de los países, se situará en el entorno del 2 por ciento.