"La responsabilidad se asume plenamente, la mía. No voy a asumir la responsabilidad de otros. Es distinta la función de un ministro rector, que la del jefe de proyecto", expresó Castro a periodistas al negar que vaya a renunciar.
La refinería conjunta entre la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) y la Corporación Nacional Petrolera China Internacional (CNPCI) fue detenida la semana pasada en su fase de estudios previos a su construcción por la Contraloría General de la República, que encontró defectos y violaciones contractuales en el estudio de viabilidad.
El principal fallo es un incumplimiento del contrato, pues la empresa china HQCEC, que hizo el estudio de viabilidad, tiene relación con la CNPCI.
Castro dijo que este es un tema que se debe "corregir" para seguir adelante con el proyecto.
"Mi responsabilidad es rendir cuentas a la Contraloría y dirigir el largo plazo de la institución. No tengo responsabilidad cotidiana, no soy el gerente ni el ingeniero responsable del proyecto y hemos pedido las medidas de vigilancia necesarias", expresó Castro.
El funcionario es el blanco de las críticas de la oposición e incluso de algunos diputados del gobernante Partido Liberación Nacional, que han exigido su renuncia.
El ministro reconoció que "es una situación difícil para el proyecto" y advirtió que RECOPE "tiene que decidir cómo va a abastecer de combustibles al país en el futuro y qué va a hacer con 890 empleados paralizados porque refinería vieja está paralizada".
Castro comentó que RECOPE debe analizar el potencial para producir biocombustibles en el país y si es viable una reconversión de la empresa hacia energías limpias.
La refinería conjunta pretende ampliar la capacidad de refinamiento de los 25,000 barriles diarios actuales a 60,000 en la refinería de Moín, provincia de Limón, en el Caribe del país.
El 70 por ciento del costo del proyecto (unos 900 millones de dólares) serán aportados por un crédito del China Development Bank (CDB) y el restante 30 por ciento estará a cargo, en partes iguales, de RECOPE y la CNPC.
Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas en 2007 y uno sus proyectos conjuntos más ambiciosos es la refinería, la cual enfrenta el rechazo de sectores ambientalistas, académicos y de la oposición política.