En un comunicado conjunto, las secretarías (ministerios) de Relaciones Exteriores y Hacienda desearon "el mayor éxito en el desempeño de sus funciones" a Lagarde.
El gobierno destacó en la nota la "trayectoria profesional" y "acreditada capacidad de liderazgo" de Lagarde, que considera "una base sólida para conducir al FMI en las complejas circunstancias por las que atraviesa la economía internacional".
En esa labor, Lagarde, la primera mujer que capitaneará el FMI, "contará con el firme respaldo de México", afirmó.
Además, el gobierno encabezado por Felipe Calderón agradeció a quienes apoyaron a Carstens, actual gobernador del Banco de México, en esta carrera y el "amplio reconocimiento" a que se hizo acreedor.
El economista mexicano, por sus "méritos profesionales" y su "amplia experiencia", se encuentra "en una posición de liderazgo indudable" y es "un actor fundamental en el proceso de recuperación económica que el Fondo encabeza", destacó.
En una intensa campaña en busca de votos, Carstens, de 52 años, se ganó el apoyo de países como Australia, Bolivia, Canadá, Colombia, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela, pero no logró el de socios clave entre los países emergentes como China, Indonesia y Rusia, que respaldaron a la ministra francesa.
Tras hacerse pública su candidatura al frente del FMI, Carstens instó a los países emergentes a que no se atomizaran y les pidió que apoyaran "a un candidato único", fuera o no él, en la carrera para elegir al próximo director del organismo.
Su llamado, sin embargo, fue desoído por las grandes economías emergentes, lo que impidió romper la hegemonía europea en el FMI, que se mantiene desde la creación del organismo tras la Segunda Guerra Mundial.
El derrotado creyó de principio a fin de la carrera en sus posibilidades y era partidario de que hubiera "una mayor apertura" en el FMI.
Además, en una entrevista con Efe, se mostró crítico con la tradición "obsoleta" de que el director de esta institución financiera internacional tuviera que proceder de Europa, lo que a juicio suyo le resta "legitimidad" y lesiona su "efectividad".