"Ahora los abogados trabajan con los detenidos; a pesar de todo esperamos que la ley triunfe en nuestro país aunque eso no siempre ocurre", dijo a Efe Iván Blókov, director de programas de la oficina rusa de Greenpeace.
"Si no, entonces tendremos que involucrar a la comunidad internacional ya que existen distintos tribunales internacionales", advirtió.
Blókov ofreció hoy en Moscú una conferencia de prensa dedicada a los riesgos que implica la extracción petrolífera en el Ártico, el motivo por el que la organización medioambiental realiza actos de protesta periódicos.
El director del programa energético de la ONG, Vladímir Chuprov, por su parte, se mostró sorprendido por lo que calificó de reacción inadecuada de los guardacostas rusos, en alusión a la detención de los 30 activistas de Greenpeace que protestaban contra la exploración de petróleo en las aguas árticas.
"Para nosotros sigue siendo una gran pregunta por qué las fuerzas de seguridad (rusas) reaccionaron de manera tan inadecuada y desproporcionada", dijo.
Los guardafronteras rusos efectuaron disparos de advertencia el pasado jueves contra el "Arctic Sunrise" cuando varios activistas de Greenpeace, en lanchas neumáticas, trataron de encadenarse a una plataforma petrolífera.
Tras ello, interceptaron el rompehielos y retuvieron a sus tripulantes, hasta que ayer el buque llegó remolcado al puerto de Múrmansk.
El Comité de Instrucción ruso anunció este martes que planea presentar cargos por piratería.
Chuprov recordó que conforme al artículo 227 del Código Penal de Rusia, la piratería es un asalto con el uso de la fuerza con el fin de apropiarse de bienes ajenos, lo que obviamente no fue el caso de la protesta de los activistas.
"Ahora resulta que son los guardias fronterizos y el FSB (antiguo KGB) quienes cometieron la violación del derecho internacional y ahora la pregunta es cómo van a salir de esa situación complicada", señaló.
Por otro lado, mostró cierto optimismo a raíz de las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, quien dijo hoy que los activistas detenidos "no son piratas", aunque violaron con su acción las normas internacionales.
"Es absolutamente obvio que, por supuesto, no son piratas. Pero de hecho trataban de asaltar la plataforma", dijo Putin horas después de la detención preventiva de los activistas de Greenpeace.
El líder del Kremlin aseguró que la acción de la ONG puso en peligro la salud e incluso la vida de los trabajadores de la plataforma petrolífera "Prirazlómnaya".
"Pudo haber pasado cualquier cosa, un error de los operarios o fallos técnicos. Se puso en peligro la vida y la salud de las personas. ¿Acaso estas acciones propagandísticas merecen el riesgo de sus gravísimas consecuencias?", se preguntó Putin.
Los activistas detenidos el pasado jueves a bordo del rompehielos de Greenpeace "Arctic Sunrise" proceden de 18 países: Rusia, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Francia.
Tras ser detenidos en aguas del Ártico, han estado bajo custodia cinco días a bordo del rompehielos.
El gigante energético Gazprom planea comenzar la producción de petróleo en esa plataforma en el primer trimestre de 2014, lo que, según la ONG, aumenta el riesgo de que se produzca un vertido de petróleo en un área que contiene tres reservas naturales protegidas por la propia legislación rusa.
En la conferencia de prensa de hoy, Alexéi Knízhnikov, coordinador del programa ecológico de WWF, dijo que en el caso de que se produzca un vertido de petróleo en la plataforma "Prirazlómnaya" "será una catástrofe peor que la del Golfo de México".
Señaló asimismo que esa plataforma está "técnicamente obsoleta" y recordó que en el pasado la instalación fue puesta fuera de servicio en otra región.