"Se sigue la negociación con las empresas que recibieron los contratos para construir los gasoductos. Estamos hablando de miles de millones de dólares. Les adelanto que es posible que esta semana lleguemos a un acuerdo", apuntó el mandatario en la conferencia matutina desde el Palacio Nacional.
En julio pasado, y tras frenar un proceso de arbitraje internacional, el gobierno de México y las empresas privadas abrieron una mesa de negociación sobre los contratos firmados para construir gasoductos, que López Obrador considera muy costosos.
Entre las empresas afectadas está TC Energy-TransCanada y las mexicanas IEnova y Grupo Carso, un conglomerado industrial propiedad de Carlos Slim.
"Las empresas aceptaron el diálogo y la revisión de las condiciones de los contratos, que nosotros hemos considerado excesivos, y mostraron su decisión de llegar a un arreglo para no ir a los tribunales", apuntó.
El mandatario explicó que la primera empresa a aceptar las nuevas condiciones fue una mexicana, aunque no dio el nombre.
Deseó que este mismo jueves ya se dé a conocer el acuerdo al que se está por llegar, aunque por temas de agenda podría aplazarse a la próxima semana, tras su viaje por el sureste del país.
De concluir con éxito la negociación, continuó, significará un "ahorro claro" para la Hacienda pública.
El líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) concluyó que, a su modo de ver, la negociación "va muy bien" aunque no descartó algunas "trabas" finales.
El mandatario anunció el pasado 3 de julio que había propuesto una "especie de tregua" en el proceso de arbitraje internacional para buscar un acuerdo con empresas mexicanas y extranjeras en la renegociación de contratos para construir gasoductos.
"Mi propuesta es que haya una especie de tregua en el proceso judicial, sin que nadie pierda sus derechos, para que se busque un acuerdo. Si no hay acuerdo, entonces se continúa el proceso legal", declaró entonces el presidente en su conferencia de prensa matutina.
El presidente ha prometido reflotar la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Méxicanos (Pemex) con la finalidad de que México tenga autosuficiencia energética y no aumenten los precios en el sector.