"Yo les pido que ese dictamen lo revisen y que ustedes nos den su punto de vista como un grupo de asesores, ¿quiénes mejores que ustedes?", pidió López Obrador durante el encuentro "Ingeniería es Soberanía", en el que acudieron miembros de diversas asociaciones de ingenieros de México.
El próximo presidente de México explicó que un equipo designado analiza sus propuestas para definir el futuro del NAIM, que incluye continuar con la obra, en el Lago de Texcoco; detener la obra y hacer dos pistas en el aeropuerto de Santa Lucía; y seguir con aeropuerto actual disipando la obra; es decir, entregando una concesión para que inversionistas, si desean, la terminen.
Este equipo de trabajo, añadió, le entregará el próximo 15 de agosto un estudio sobre las factibilidades de cada una de ellas.
Sin embargo, ante los ingenieros, pidió, y de manera gratuita, revise este dictamen.
"Quiero que conozcan las acciones y que ustedes, primero, nos digan cuál opción es la mejor para el país", solicitó al pedir que ellos también emitan a su vez, un juicio y sobre ese estudio se entregue el 15 de septiembre próximo.
"Es una asesoría de primera y una vez que se haga la consulta, con el resultado en la mano, por ahí nos vamos", insistió López Obrador.
El NAIM, una obra valorada en 13,300 millones de dólares, está considerado como el principal proyecto de infraestructura del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, cuyo mandato de seis años termina el próximo 30 de noviembre.
De acuerdo con el plan maestro, el nuevo aeropuerto debería entrar en funcionamiento en noviembre de 2020.
López Obrador, planea realizar un plebiscito en octubre próximo para decidir el futuro de la nueva terminal aérea, a la que se ha opuesto por considerar que la obra comprometía demasiado dinero del presupuesto.
Su máxima capacidad es de unos 32 millones de usuarios, aún con la remodelación y ampliación efectuada en el año 2007 con otro edificio Terminal 2, ante el fracaso de un proyecto para construir uno nuevo en la localidad de San Salvador Atenco, perteneciente al central Estado de México.
El consorcio encabezado por Operadora Cicsa, del multimillonario Carlos Slim, y otras diez empresas como la española FCC Construcción, se adjudicaron en 2017 el contrato para construir el edificio terminal del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), pero existen otras para la construcción de una Torre de Control, y seis pistas de despegue y aterrizaje.