"Ni una sola vez nos hemos dirigido al G7 ni nos hemos puesto en contacto con ellos, ni siquiera lo tenemos en mente cuando diseñamos nuestros planes de política exterior" afirmó el jefe de la diplomacia rusa.
Lavrov matizó que se ha enterado por los medios de las declaraciones de algunos mandatarios occidentales sobre una eventual invitación a Rusia para la próxima reunión del G7.
Al mismo tiempo, recalcó que Rusia, como ha declarado el presidente Vladímir Putin, no rehuye el contacto con países del G7.
El pasado domingo el presidente estadounidense, Donald Trump aseguró que podría invitar a Vladímir Putin a la próxima reunión del G7, que se celebrará en Estados Unidos.
El formato del G8, que reúne a países con economías industrializadas, existió de 2002 a 2014, año en el que Rusia fue expulsada por la anexión de Crimea.
Ese mismo año estaba programada una reunión del G8 en Sochi pero ningún país acudió a la cita y se celebró una reunión paralela en Bruselas.
Rusia negó las acusaciones de los países occidentales y declaró que hablar en el lenguaje de las sanciones era contraproducente.
Actualmente los países que forman parte del G7 son: Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Canadá, además de contar con representación de la Unión Europea.