El primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó que el aumento del crudo constituye una "amenaza grave" para la economía de todo el mundo y negó que Moscú esté interesada en "un crecimiento excesivo de los precios", en unas declaraciones al término de una reunión con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
"No hay nada bueno" en esta subida de los últimos días, recalcó Putin, quien aseguró que si ya estuvieran en marcha infraestructuras de suministro como los gasoductos "South Stream" y "Nord Stream", "habría menos riesgos para Europa" y los precios no habrían subido tanto.
Putin criticó duramente la política energética europea, en concreto el último marco legislativo aprobado -el llamado "tercer paquete energético", de 2009- y señaló que si su puesta en marcha se realiza de manera "completa y mecánica" provocará la subida de precios en el mercado europeo.
La normativa en cuestión fuerza la separación patrimonial de las actividades de producción, transporte y comercialización e incluye salvaguardas para evitar que las redes caigan en manos de compañías extranjeras, en lo que algunos denominaron "cláusula anti Gazprom".
El primer ministro ruso consideró también que la legislación europea "contradice el acuerdo marco entre la UE y Rusia" y perjudica a las empresas rusas que operan en el mercado europeo, ya que favorece la "confiscación de propiedad".
Barroso, por su parte, defendió las medidas europeas y aseguró que "no son discriminatorias", pues simplemente "exigen a las compañías extranjeras, no sólo rusas, que acepten las mismas normas que la UE exige a sus propias empresas".
"Creemos que el 'tercer paquete' es compatible con las reglas de la Organización Mundial del Comercio y con los acuerdos bilaterales" con Rusia, añadió.
El líder del Ejecutivo de la UE explicó que en vista de las profundas diferencias que ambas potencias mantienen sobre este punto se mantendrán nuevos contactos a escala técnica para aclarar los términos de aplicación de las medidas y tener en cuenta las preocupaciones rusas.
Bruselas y Moscú, que celebraron hoy la reunión de más envergadura a escala ejecutiva mantenida hasta ahora, trataron también la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y avanzaron en la renovación del acuerdo base que regula las relaciones bilaterales.
Barroso señaló que la UE apoya el ingreso de Rusia y confió en que las negociaciones puedan concluir "pronto". Putin, por su parte, destacó los beneficios que tendría para los europeos que sus socios rusos formasen parte de dicha organización.
El nuevo acuerdo marco, que debe sustituir al actual de asociación y cooperación que data de 1997, se refiere a cuatro espacios de cooperación: económica; libertades, seguridad y justicia; seguridad exterior; investigación científica y educación.
El encuentro de hoy, en el que estuvieron presentes 13 ministros rusos y 23 de los 27 comisarios europeos y la vicepresidenta de la CE, Catherine Ashton, permitió también aprobar una resolución conjunta de condena al uso de fuerza contra los manifestantes en Libia.