La ausencia de Chávez responde a su convalecencia en La Habana, donde en diciembre pasado fue sometido a una cuarta intervención quirúrgica a causa del cáncer que padece.
"Todos hacemos votos para que pueda ganar esta batalla, quizás la batalla más dura de su vida", afirmó en la inauguración de la cumbre el anfitrión y presidente de Chile, Sebastián Piñera, un político conservador que, si bien no coincide con la doctrina chavista, reconoció el valor que Chávez ha dado al joven organismo.
En su sentido homenaje, Piñera calificó a Chávez como "un presidente que ha tenido un impacto profundo en la organización" regional, que acoge a todas las naciones americanas excepto Estados Unidos y Canadá.
Tampoco estuvo presente la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien se encontraba en Santiago cuando se conoció la tragedia registrada en una discoteca en su país, con el resultado de más de 230 muertos, por lo que regresó para ponerse al frente de la situación.
Otras ausencias destacadas fueron las del presidente de Ecuador, Rafael Correa, inmerso en su campaña a la reelección, y la del paraguayo Federico Franco, en este caso por las discrepancias internas respecto a la situación política en ese país tras la cuestionada destitución del exmandatario Fernando Lugo en junio de 2012.
Esta reunión concluirá el lunes con la entrega de la presidencia pro témpore a Cuba, bajo la expectativa de cual será el plan acción del gobierno de la isla y sus propuestas para dar fuerza a un organismo que tiene el apoyo de prácticamente todo el continente y ha sido reconocido con respeto por la Unión Europea.
También se espera que el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, entregue a la Celac una carta del presidente Chávez "de puño y letra", según adelantó el portavoz del gobierno de esa nación, Ernesto Villegas.
Precisamente, la Celac y la UE celebraron este fin de semana, en la capital chilena, su primera cumbre, donde ha quedado latente el inicio de una nueva era entre las dos regiones, conscientes de que se necesitan mutuamente para complementar sus economías y consolidar el multilateralismo.
"Esta convicción compartida de que dependemos el uno del otro es lo que forma la base de nuestra relación", reconoció el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, al término de esa cumbre y poco antes de la reunión de la Celac en solitario.
Durante la inauguración de la Cumbre de la Celac, el presidente Piñera dijo que ha llegado el momento de "pasar de las palabras a las acciones" para lograr la verdadera integración de América Latina.
En su discurso, Piñera hizo una llamada directa a sus homólogos para mirar menos al pasado y ocuparse más de un futuro donde el continente pueda actuar unido ante el mundo.
"Necesitamos más integración para enfrentar con solidez los desafíos del futuro. No podemos quedarnos atrapados en el pasado, al contrario debemos ver hacia un futuro donde seamos protagonistas y no espectadores ni observadores del mundo globalizado", indicó el mandatario.
Esta intensa jornada de domingo concluyó con una reunión de los presidentes que integran la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Bolivia), quienes ultimaron los detalles de la cumbre que celebrarán previsiblemente en abril en la ciudad colombiana de Cali.
Además algunos presidentes latinoamericanos aprovecharon para expresar desacuerdos con sus vecinos, entre ellos el boliviano Evo Morales, quien prometió demostrar que Chile ha "incumplido" el tratado de 1904, que supuso la pérdida del litoral boliviano y fijó los límites territoriales entre ambos países tras una guerra.
"Es un tratado injusto e impuesto, además de ser incumplido; mañana demostraremos esto", avanzó Morales en una rueda de prensa, al plantear una vez más el reclamo de obtener una salida soberana al mar.
El presidente aimara concluyó que las diferencias con Chile sobre este asunto son una muestra de "colonialismo" dentro de América Latina.
Este no es el único conflicto abierto entre naciones latinoamericanas. Chile y Perú tienen otra disputa sobre límites marítimos que se airea en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Este tribunal, además, dictó en noviembre pasado un fallo por otro contencioso entre Nicaragua y Colombia, por el que otorgó al país centroamericano unas 75,000 kilómetros del mar que rodea a las colombianas islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, una decisión que las autoridades colombianas no aceptan.