El Ejecutivo comunitario explicó en un comunicado que este caso forma parte de una investigación más amplia destinada a detectar la existencia de cárteles en el sector de la automoción y aclaró que la apertura del procedimiento sólo significa de momento que dará prioridad al caso, sin prejuzgar el resultado del mismo.
Ya en febrero de 2010, la Comisión inspeccionó las instalaciones de varios fabricantes de arneses automotrices, que son sistemas de cableado que permiten el suministro de electricidad en los vehículos y por tanto el funcionamiento de los dispositivos eléctricos.
Bruselas considera que las acciones que está investigando podrían suponer una infracción de la normativa comunitaria que prohíbe el establecimiento de cárteles y las prácticas comerciales restrictivas.
Las empresas afectadas y las autoridades nacionales de la competencia han sido informadas de la apertura del procedimiento, cuya duración no tiene límites legales concretos, señala la CE.
La Comisión, no obstante, no suele revelar en este tipo de procedimientos la identidad de los fabricantes supuestamente implicados.