A pesar de que las dos empresas se dedican a la producción de conectores para automóviles, la Comisión ha concluido que la combinación de sus cuotas de mercado es "moderada", y que tras acabar la transacción aún deberán hacer frente a un número suficiente de competidores.
Así pues, tras analizar la propuesta, Bruselas determinó que la operación no planteará problemas para el desarrollo de una competencia efectiva en el espacio económico europeo o en una parte sustancial del mismo.
La transacción le fue comunicada a la Comisión el pasado 22 de junio.