La primera de ellas es la carretera Jiquilpan-Sahuayo, que conecta con la autopista México-Guadalajara. Para esta obra se requirió una inversión de 710 millones de pesos; el ancho de corona se extendió de 7 a 12 metros en más de 33 kilómetros de vía y aloja dos carriles de circulación.
A la vialidad se le construyeron amplios acotamientos laterales, 15 entronques y un paso superior ferroviario para seguridad de los usuarios.
La segunda obra es la ampliación de la carretera federal 200 en el tramo Caleta de Campos-El Habillal, la cual representó una inversión de 1,020 millones de pesos. Su ancho de corona pasó de 7 a 12 metros y una longitud de más de 40 kilómetros.
Esta es una importante costera porque conecta Nayarit con Chiapas y une al Puerto de Lázaro Cárdenas con toda esa región. También se construyeron tres puentes: El Bejuco, Las Peñas y El Rangel.
La tercera obra son los nueve kilómetros de longitud de la carretera Zacapu-Entronque autopista Maravatío-Zapotlanejo que, con una inversión de 263 millones de pesos, incrementó el ancho de corona de 7 a 12 metros.
La generación de más de 9,000 empleos en la construcción de esta infraestructura fue en favor de los habitantes de Michoacán. De esta forma se promueve el desarrollo y se otorga bienestar social en el estado.