En su comparecencia, Hayward, que será sustituido en el cargo por el estadounidense Bob Dudley el 1 de octubre, afirmó que los asuntos mencionados en la última inspección no apuntan a "un punto débil fundamental" en las instalaciones.
Los inspectores del departamento gubernamental de Energía que examinaron las plataformas de BP en el mar del Norte, cuyo informe analizaron hoy los diputados, indicaron que en algunos casos no se había cumplido el protocolo de entrenamiento periódico de los operarios frente a accidentes.
También descubrieron que la empresa no había llevado a cabo adecuadamente ejercicios sobre derrames de petróleo en algunas de sus plataformas.
No obstante, los propios inspectores afirmaron que ninguno de esos elementos ponía en riesgo "la integridad general de la instalación o su provisión para responder a la polución".
A las preguntas de los parlamentarios, Hayward insistió por su parte en que los asuntos mencionados no denotaban ninguna debilidad flagrante de las operaciones, y recordó que BP tiene un historial de seguridad "por encima de la media del sector" en sus operaciones en la costa escocesa.
La comisión británica de energía y medio ambiente trata de establecer si hay algún peligro de que se produzca en el Reino Unido un vertido de crudo de instalaciones de BP similar al que provocó un desastre medioambiental en el Golfo de México.
En su primera comparecencia en Gran Bretaña desde la catástrofe en Estados Unidos, Hayward dijo sentirse "destrozado" a nivel personal por lo ocurrido, ya que su prioridad como dirigente de la empresa había sido la seguridad.