Lorenzana, uno de los más importantes líderes de la izquierda gobernante, aseveró a un canal de televisión que la reunión entre Sánchez Cerén y el mandatario venezolano Nicolás Maduro, que tuvo lugar el pasado 2 de mayo en Caracas, "fue positiva y solo haría falta que los estados miembros de Petrocaribe se reúnan para aprobar el ingreso de El Salvador, convirtiéndose en el país número 19 en adherirse al convenio".
El ahora presidente electo sostuvo durante su campaña presidencial que el ingreso a Petrocaribe le ahorraría al país 640 millones de dólares en factura petrolera, que serían destinados a respaldar los programas sociales iniciados por el actual mandatario, Mauricio Funes, como parte del gobierno que encabeza el ex insurgente Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Lorenzana destacó que este acuerdo de Petrocaribe dinamizaría la economía salvadoreña, ya que da la opción a los países miembros de pagar la factura petrolera con productos nacionales.
Por otra parte, negó que la entrada a Petrocaribe transformaría la deuda contraída por las empresas Alba en El Salvador en deuda soberana, tal y como lo afirmara el lunes pasado el presidente de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Jorge Velado.
Las empresas Alba llegaron a El Salvador como un convenio entre la subsidiaria de Petróleos de Venezuela (PDVSA), PDV Caribe y las alcaldías gobernadas por el FMLN. De acuerdo a Lorenzana, dichas empresas dominan un 25 por ciento del mercado local de combustibles, pero no guarda relación con el nuevo proyecto de Petrocaribe.
También agregó que de concretarse el acuerdo, se buscaría un convenio con las otras empresas locales distribuidoras de combustibles para que acepten el suministro de Petrocaribe y aclaró que la firma debe pasar por la aprobación del parlamento, como todo acuerdo comercial internacional.
Sánchez Cerén será el primer jefe ex guerrillero que gobernará El Salvador, y el segundo de izquierda, desde la llegada al poder en 2009 del ex insurgente FMLN.