Galp Energía, cuyos principales accionistas son la italiana ENI y el grupo luso Amorim con un 33.3por ciento de títulos cada uno, está entre las empresas de participación pública de las que el gobierno portugués decidió desprenderse en marzo dentro de las medidas para reducir el gasto del Estado e inyectarle ingresos.
Parpública, que detenta los títulos de Galp y otras empresas con capital estatal, informó al regulador del mercado de valores que la operación se iniciará el próximo martes a través de una emisión de obligaciones convertibles en acciones de Galp.
El comunicado de la entidad estatal a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios de Portugal (CMVM) señala que la emisión se enmarca en una nueva fase de privatización de la petrolera, una de las mayores empresas lusas y con actividad en España, Brasil, Venezuela, Angola y otros países africanos.
Las obligaciones serán a siete años y con un interés estimado entre el 4.75 y el 5 por ciento aunque a partir del 28 de marzo de 2013 podrán ser canjeadas por acciones de la petrolera y el valor de conversión de los títulos será fijado con un premio del 25 al 30 por ciento de su precio medio desde la fecha de emisión.
Parpública también establece la posibilidad de recomprar las obligaciones a partir de octubre de 2013, por el equivalente a su valor nominal e intereses, si las acciones de Galp se revalorizan por encima del 130 por ciento.
Asimismo otorga a los inversionistas el derecho a un rescate anticipado del cien por cien de las obligaciones e intereses al cumplirse cinco años de la emisión, que será gestionada por varios bancos internacionales y lusos.
Si la emisión tiene éxito, el Estado Portugués sólo conservará de forma indirecta el uno por ciento de capital de Galp que tiene en su poder el mayor banco luso, la Caixa Geral de Depósitos, de titularidad pública.
La venta de acciones de Galp forma parte del Plan de Estabilidad y Crecimiento (PEC) para el ejercicio 2010-2013 presentado por el gobierno portugués a la Unión Europea para reducir el déficit público desde el 9.4 por ciento en que cerró 2009 hasta un 2.8 por ciento.
El primer ministro socialista luso, José Sócrates, incluyó en ese programa un conjunto de medidas de austeridad, con reducción de los gastos de la Administración y aumento de los impuestos, para afrontar la desconfianza de los mercados internacionales y la grave crisis económica que vive el país.
Galp Energía es una de las mayores empresas lusas, con activos de 12,000 millones de euros y operaciones en un total de 13 países, que incluyen acuerdos para explotación o comercialización de hidrocarburos con las empresas estatales PDVSA (Venezuela), Petrobrás (Brasil), Sonangol (Angola) y Sonatrach (Argelia).
En Europa cuenta con dos refinerías en Portugal y una de las mayores redes de estaciones de servicio de la península Ibérica, compuesta por 1,451 puntos de distribución de los que cerca de la mitad se encuentran en España tras la compra, el año pasado, de las gasolineras de ExxonMobil.
Actualmente produce 15,000 barriles de petróleo diarios, refina 300,000 y distribuye además 4,680 millones de metros cúbicos de gas en Portugal.
La compañía lusa planea expandir su negocio del gas en España, a través de acuerdos con la argelina Sonatrach, y vender también biocombustibles en de la península y otros mercados europeos en asociación con Petrobras.
En la segunda mitad de este año Galp obtuvo unos beneficios líquidos de 109 millones de euros, con un aumento del 58.7 por ciento respecto al mismo periodo de 2009.