Durante el Horario de Verano, que inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre, se registra en el país una mayor insolación y es por ello que al adelantar una hora el reloj, se reducirá el consumo de energía diario durante el periodo de máxima demanda de electricidad.
De acuerdo con estudios del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), con la participación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), la aplicación del Horario de Verano en el 2016, obtuvo ahorros en consumo de 975.28 gigawatts hora (GWh), y una demanda evitada de 492.2 megawatts (MW), que equivale a diferir la inversión de una planta termoeléctrica convencional.
Esta cifra, incluye los ahorros generados en los 33 municipios de la franja fronteriza norte, que adoptan el HV, del segundo domingo de marzo al primer domingo de noviembre, con el propósito de facilitar la vida cotidiana de los residentes locales, que tienen que cruzar de un lado a otro de la frontera -todos los días- por motivos laborales o escolares.
Para dimensionar el significado del ahorro de energía obtenido, los 975.28 GWh serían suficientes para abastecer el consumo de 561 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 289 kilowatt hora al bimestre (kWh/bimestre), o al consumo de energía de 8.56 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas prendidas las 24 horas del día durante un año.
El ahorro económico por la implementación del HV 2016 se estima en 1,542 millones de pesos, esto al considerar un costo medio de la energía eléctrica de 1.5813 pesos por kilowatt hora para los usuarios domésticos.
Asimismo, con el Horario de Verano 2016, se evitó la emisión a la atmósfera de 447,000 toneladas de bióxido de carbono, principal contaminante del efecto invernadero.