Dicho Corredor se conecta así a la Costa del Pacífico con la frontera norte del país y con el Golfo de México.
Los trabajos de esta infraestructura carretera demandaron una inversión de 1,600 millones de pesos, con lo cual se logra reducir a la mitad el tiempo de traslado, agiliza el tráfico vehicular y con ello se impulsa la competitividad logística.
El corredor consta de dos boulevares, el de Felipe Pescador y Armando del Castillo y Franco, que conectan con la salida a la carretera Durango-Mazatlán, el distribuidor vial La Salle y el puente Arroyo Seco.
La longitud de la vía, casi 14 kilómetros, consta de tres carriles por sentido, camellón central, banqueta lateral, áreas verdes y obras complementarias, útiles para el traslado de personas, bienes y productos.
La cimentación de sus estructuras permite dar mayor fluidez y agilidad al tránsito de largo itinerario, así como al tránsito local; la ampliación de 2 a 3 carriles por sentido ofrece comodidad y seguridad a los usuarios, en el que destacan la superficie de rodamiento y una adecuada planificación geométrica.
El Corredor Vial del Norte tiene también especial significación para el estado de Durango, debido a que mejora sustancialmente la conectividad con sus principales vías urbanas, contribuyendo así a reducir de manera importante los tiempos de traslado de los cerca de 44,000 vehículos que circulan diariamente.