El gobierno portugués anunció anoche un acuerdo con los sindicatos del transporte que puso fin a la huelga y que había provocado ya problemas de abastecimiento en el país.
El Ejecutivo acordó con el sector una concesión de descuentos en los peajes y beneficios fiscales para mitigar la subida del precio de los combustibles, los dos motivos principales del paro, aunque no aceptó que dispongan de un combustible de precio especial y regulado.
El presidente de la ANTP, Artur Mota, explicó que los transportistas están regresando a su trabajo y las carreteras a la normalidad, a pesar de que anoche hubo algunos sectores del norte del país descontentos con el acuerdo.
El paro de las empresas de transportes de mercancías, que había comenzado el lunes de forma indefinida, registró ayer un seguimiento cercano al 80 por ciento y creó problemas de abastecimiento en supermercados y gasolineras.
Hubo además altercados con piquetes de camioneros y la Guardia Nacional Republicana (GNR) informó de apedreamientos a vehículos y de cinco conductores heridos y tres detenidos.