Las filas republicanas respaldan la legislación, pero la propia agrupación del mandatario no reunió los apoyos suficientes.
En lugar de los 60 respaldos del Senado necesarios para poner fin al debate y someter la iniciativa a votación, el proyecto contó con sólo 52 votos.
El proyecto de ley contempla la reincorporación de una disposición que caducó en 2007 y que exige que los tratados de libre comercio cuenten con la aprobación completa o el rechazo del Congreso, es decir, imposibilita la introducción de cambios puntuales. Esa disposición hace que el presidente tenga un mayor margen y los plazos del legislativo se acorten.
Los demócratas suelen ofrecer mayores reparos hacia los acuerdos de libre comercio que los republicanos. Temen, en caso de que se cierre un tratado de este tipo con los países del Pacífico (TPP), perder puestos de trabajo en la industria estadounidense y que se multipliquen las relaciones laborales precarias en los estados implicados.
Llevar a buen puerto el tratado TPP es considerado uno de los principales pasos en este sector que podría lograr Obama en los menos de dos años que le restan de mandato.