Los objetivos principales de la Sobse son la renovación total de la superficie del Zócalo (20,700 metros cuadrados) y sumarle 2,000 metros cuadrados como zona peatonal, al recuperar uno de los carriles vehiculares. Esto equivale a aumentar 10 por ciento el área para transeúntes.
Tras la intervención, la plancha del Zócalo contará con 22,700 metros cuadrados de superficie y con ocho cruceros seguros que serán habilitados con elementos que garanticen la accesibilidad total.
El titular de la dependencia mencionó que este proyecto conceptual, instruido por el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, ha sido trabajado de la mano con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para garantizar la protección del acervo histórico y cultural.
“Es importante destacar que tenemos una estrecha colaboración con el INAH. El día de mañana (miércoles) empezaremos con las primeras calas para poder ir determinando qué encontramos a 50 centímetros de profundidad ¿Qué son estas calas?, son pozos a cielo abierto para detectar qué instalaciones o estructuras podemos encontrar”, indicó.
Detalló que las excavaciones con el INAH se realizarán a una profundidad de 50 centímetros porque será esa capa la que se modernice al colocar concreto hidráulico arquitectónico.
“Este material es similar al que utilizamos en el carril confinado del Metrobús porque buscamos que no solamente luzca arquitectónicamente adecuado, sino que además sea lo suficientemente resistente; además, aprovecharemos el tema para arreglar el drenaje pluvial, ya que actualmente se forman algunas lagunas en la plancha”, señaló.
La rehabilitación de la Plaza de la Constitución requerirá una inversión de 150 millones de pesos; y se tiene previsto concluir los trabajos antes de las fiestas patrias. Durante la ejecución de las actividades, el Zócalo permanecerá abierto al público y a la circulación vehicular.
Cabe destacar que la última intervención realizada a la Plaza de la Constitución se efectuó hace casi 60 años.