Esta conmemoración fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para recordar la primera muerte por atropellamiento, registrada el 17 de agosto de 1897 en Londres, cuando Bridget Driscoll fue embestida por un vehículo motorizado que circulaba a 10 kilómetros por hora.
Además de difundir la cultura vial, esta fecha tiene como propósitos reforzar el uso de los espacios peatonales en la vía pública y recordar las obligaciones y derechos que implica la circulación a pie en banquetas, calles y avenidas.
Busca contribuir a proteger la vida e integridad física de las personas en sus trayectos por las vías públicas, a través de un enfoque preventivo que ayude a disminuir los factores de riesgo, muerte, lesiones y discapacidades ocasionadas por accidentes de tránsito.
Conforme a la Pirámide de Movilidad, los peatones ocupan la cúspide como usuarios de la vía pública, al ser el grupo más vulnerable durante su traslado, por lo que es necesario establecer leyes y reglamentos, señalización e infraestructura vial adecuada para garantizar su seguridad.
Así, en cualquier cruce peatonal en el que no existe un semáforo, los ciclistas, motociclistas y automovilistas de transporte público, privado y de carga deben ceder el paso a las personas que caminan, que son quienes siempre tienen la prioridad de paso.
Accidentes vehiculares y atropellamientos
Conforme a cifras de la OMS, cada año mueren en el mundo cerca de 1.3 millones de personas en accidentes de tránsito, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales causantes de discapacidad. Asimismo, los accidentes viales representan una de las principales causas de mortalidad, principalmente entre niños de 5 a 14 años y jóvenes de 15 a 29 años.
Los peatones, junto con los ciclistas y motociclistas -considerados los usuarios vulnerables de la vía pública- representan la mitad de las muertes por accidentes de tránsito a nivel mundial.
Noventa y tres por ciento de las muertes por accidentes vehiculares se dan en países de ingresos bajos y medianos, en los que circulan menos de la mitad de los vehículos motorizados del mundo.
México se ubica ocupa en el noveno lugar a nivel mundial y tercero en América Latina en muertes por accidentes viales, con un promedio de 24,000 decesos al año.
Entre enero de 2016 y febrero de 2019 han muerto atropelladas 868 personas en la Ciudad de México, para un promedio anual de 283, según reportes oficiales de la Procuraduría General de Justicia capitalina. Del total de decesos, 44 por ciento sucedieron en sólo tres alcaldías: Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.
Estudios del Instituto de Geografía de la UNAM establecen que en la Ciudad de México el 26.68 por ciento de los atropellamientos en vialidades ocurren a menos de 300 metros de algún puente peatonal, que según sus usuarios son de difícil uso para las personas con discapacidad e inseguros en horarios nocturnos.
Por una cultura del cuidado del peatón
“Lo primero que debemos de hacer como automovilistas es tener conciencia de cómo manejamos y del cuidado hacia los peatones, que son el sector más vulnerable al utilizar la vía pública”, indicó el diputado Miguel Ángel Macedo Escartín, presidente de la Comisión de Movilidad Sustentable.
“Desde el Congreso capitalino presentamos un punto de acuerdo para ese tema, que ha recibido el apoyo de la mayoría de las y los diputados. Estamos conscientes de que debemos de avanzar juntos para la solución de esta problemática, para el cuidado del peatón”, expresó.
El legislador de la fracción parlamentaria de Morena recordó que el viernes 16 de agosto, como parte del Coloquio de Movilidad Sustentable, se desarrolló la mesa de análisis Los derechos y obligaciones de las personas peatones y se presentó La Carta de los Derechos Peatonales, así como dos conferencias sobre el espacio público y el peatón.
“Nuestro país ocupa el noveno lugar en muertes por accidentes de tránsito, esto nos habla de una falta de infraestructura adecuada y una falta de cultura del uso del espacio público, de nuestras calles, vialidades y espacios que todos utilizamos, porque todos somos peatones”, afirmó la diputada Gabriela Salido Magos, titular de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público.
“Si utilizamos cualquier otro sistema de movilidad, todos tienen un costo, a menos que seamos peatones, que optemos por simple y sencillamente caminar la ciudad”, reflexionó.
La legisladora del grupo parlamentario del PAN lamentó que en el primer trimestre del año 2019 fallecieron en la Ciudad de México 49 ciclistas y peatones a causa de atropellamientos. “Es importante que la ciudad trabaje en la adaptación de su espacio público, adaptarnos para caminarla. Durante muchos años hemos vivido en una ciudad que está diseñada para el uso de automóvil, y eso nos ha llevado a entender mal nuestro lugar, en la propia ciudad y en el uso del espacio. Tenemos que cambiar los paradigmas y volver a poner al peatón como el centro de la pirámide de movilidad”.
Constanza Delón Córdova, jefa de Planeación de Estructura Peatona de la Secretaría de Movilidad indicó que en la zona metropolitana del Valle de México se realizan a diario cinco millones de viajes caminando, de los cuales el 41 por ciento son dentro de la Ciudad de México.
Conforme a la Encuesta Origen Destino en Hogares de la ZMVM 2017, el 61.4 por ciento del total de traslados a pie son realizados por mujeres, en su mayoría para recoger a algún familiar o realizar compras, y un 28 por ciento son efectuados por niñas y niños menores de 15 años, principalmente por motivos escolares.
“Los gobiernos son los garantes del estado de derecho y por consiguiente de proveer un estado de seguridad, son los responsables de proporcionar las condiciones para que el ser humano ejerza su forma natural de movilidad sin limitantes y garantizando su seguridad personal”, explicó Carlos Patiño López, periodista especialista en temas de movilidad.
Como parte de estas garantías, señaló la importancia de mantener banquetas en buen estado y que permitan el libre tránsito, adecuadas para adultos mayores, personas con capacidades diferentes –que utilizan muletas, sillas de ruedas o bastones- y mujeres embarazadas o con carriolas para recién nacidos e infantes; y adecuar las vías de comunicación para dar acceso a distintos medios de transporte, priorizando el uso peatonal y la movilidad diferenciada y confinando vías para el uso de monopatines, bicicletas de movimiento mecánico o impulso eléctrico, que no exceden los 30 kilómetros por hora.
Asimismo, propuso cambiar la Pirámide de Movilidad por una Pirámide de Vulnerabilidad, en la que se privilegie el cuidado del peatón, seguido del ciclista y el motociclista. “A mayor peso del transporte o medio de movilidad es mayor el daño que se causa en accidentes”.
Carta de los Derechos Peatonales
La Carta de los Derechos Peatonales establece que las personas que se trasladan a pie tienen derecho a:
• Cruzar la calle con calma y seguridad.
• Una ciudad hecha a nuestra medida.
• Servicio de transporte público adecuado.
• Caminar tranquilas por la calle (las mujeres y usuarios vulnerables).
• Convivir en el espacio público.
• Jugar en la calle (los niños).
• Mobiliario suficiente y adecuado.
• Banquetas amplias y continuas.
• Un medio ambiente sano.
• Centros urbanos organizados .