"Si Kiev no se encuentra en la posición de hacer frente a las facturas de gas de más de 2,000 millones de dólares, existe el peligro de que Rusia no suministre más gas a Ucrania", explicó el comisario europeo. "Y puesto que Ucrania es el país más importante para el tránsito de gas en Europa, podría producirse un complicado proceso de control que afectara también a Alemania", agregó.
Oettinger reclamó a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a elaborar una estrategia energética para los próximos diez años. Al mismo tiempo que se mostró contrario a dar marcha atrás a las relaciones comerciales de compra de gas ruso en los próximos años o a interrumpirlas por completo.
Sin embargo, abogó por una "estrategia de diversificación". "Noruega y Algeria son también países suministradores importantes", recordó.
Asimismo, señaló que la energía atómica seguirá jugando un papel importante en Europa. "Creo que el porcentaje de energía nuclear en la producción de energía europea permanecerá aún una década en el 25 por ciento", aseguró.