En una comunicación emitida hoy, el grupo especial constituido para investigar esa acusación y emitir un dictamen al respecto indicó que el pasado 7 de mayo China le solicitó suspender sus trabajos relacionados con este caso.
La Unión Europea fue consultada a ese respecto y transmitió al grupo especial una serie de consideraciones sobre lo que creía que debía tener en cuenta antes de decidir si aceptaba o no la petición de China.
El grupo optó finalmente por dejar en suspenso sus trabajos por un periodo de doce meses, el plazo máximo que estipula el reglamento.
La disputa se debe a que China exige que se respete la condición para su entrada a la OMC que indicaba que, al cumplirse quince años de la misma (en diciembre de 2016), se le consideraría una economía de mercado.
Durante ese periodo los socios comerciales de China podían utilizar los precios de otro país para medir si China estaba vendiendo deslealmente productos a precios más bajos frente a los cobrados normalmente en su mercado nacional (dumping), ya que una comparación con sus precios internos podía considerarse distorsionada por la intervención del Estado en la economía.
Sin embargo, China reclama que se le trate como una economía de mercado, que el método para el cálculo de medidas antidumping se base directamente en sus precios internos y ya no en los de terceros países, lo que implicaría que las medidas antidumping le serían menos desfavorables.
El panel que ha parado hoy formalmente el estudio de este caso fue constituido en abril de 2017 y en vista de la saturación de litigios en la OMC había indicado que estaría en condiciones de emitir un dictamen en el segundo trimestre de 2019, lo que por el momento no pasará.