En un comunicado, Chevron indicó que el mandatario "ofreció un relato distorsionado e incorrecto de la historia de esos sitios y de quién es responsable por cualquier impacto ambiental presente”.
Según la compañía, la antigua Texaco, a la que hoy representa, remedió "su parte" de los sitios que contaminó reparando 162 piscinas y seis áreas de derrame, pero señaló que en 1998 la empresa fue liberada completamente "de toda responsabilidad futura" por el gobierno ecuatoriano.
Por ello, Chevron consideró que cualquier impacto ambiental presente es responsabilidad de la empresa pública "Petroecuador" y del gobierno ecuatoriano.
Correa realizó el martes un recorrido por sitios contaminados en la Amazonia ecuatoriana y, con petróleo en sus manos, acusó a Chevron de esos daños ambientales y de iniciar acciones de desprestigio al Ecuador.
El mandatario dijo que la Texaco dejó más de 1,000 piscinas contaminadas, dando inicio a una campaña a la que denominó "La mano sucia de Chevron".