Canadá reta a Estados Unidos en defensa de Bombardier

Canadá reta a Estados Unidos en defensa de Bombardier

Canadá defendió ayer a la empresa Bombardier ante amenazas de Estados Unidos de someterla a una investigación antidumping, y advirtió a autoridades estadunidenses que imponer un impuesto compensatorio podría afectar la compra de 18 aviones de combate de Boeing.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que investigará las acusaciones presentadas por la companía estaunidense Boeing sobre presunto comercio desleal de Bombardier, el gigante aeroespacial.

Primero fueron las acusaciones del presidente estadunidense Donald Trump contra la industria canadiense de lácteos, después el impuesto compensatorio de entre 3.2 por ciento y 24.12 por ciento a exportadores canadienses de maderas blandas.

Ahora, la administración estadunidense inició una investigación sobre el apoyo gubernamental a Bombardier para la producción de sus jets C-series, lo que podría derivar en imposición de aranceles.

La ministra de Asuntos Globales de Canadá, Chrystia Freeland, afirmó que el gobierno de su país se “opone fuertemente” a dicha investigación antidumping, al argumentar que el proceso no es “legítimo”.

“La petición de Boeing está claramente dirigida a bloquear la entrada de Bombardier con sus jets C-series al mercado estadunidense, pese a que Boeing declaró que ello no compite con la exportación de los aviones CS100 por lo que estos alegatos no son legítimos, sobre todo con el dominio de los aviones 737 de Boeing en el mercado estadunidense”, indicó.

La canciller canadiense enfatizó que muchas compañías que abastecen a los C-seriers están en Estados Unidos: “los componentes para los C-series los proveen empresas estadunidenses directamente apoyando empleos bien pagados en muchos estados de ese país”.

Freeland, quien se desempeñó como ministra de Comercio Internacional, advirtió que un posible arancel contra Bombardier afectaría el proceso de compra del Gobierno canadiense a Boeing de 18 aviones de combate.

En noviembre pasado, Ottawa anunció que reemplazará sus aviones de combate CF-18, como una “contribución vital” a la alianza con Estados Unidos, “nuestro más importante aliado”, y para la protección del continente “que compartimos”.

Para reemplazar la flotilla de aviones militares, el Gobierno canadiense afirmó que compraría 18 nuevas aeronaves Super Hornet de Boeing.

Sin embargo, ante la nueva amenaza comercial de Estados Unidos contra Bombardier, esta compra podría verse afectada.

“Nuestro gobierno defenderá los intereses de Bombardier, de la industria aeroespacial canadiense y de nuestros trabajadores aeroespaciales”, aseguró la canciller Freeland.

La compra inicial de los Super Hornet podría costar cerca de 2,000 millones de dólares y su mantenimiento y servicio ascendería a unos diez mil millones de dólares, según expertos.

El Departamento de Comercio estadunidense seguirá investigando si la producción de los C-series de Bombardier es parte del apoyo económico que ha recibido la firma aeroespacial con sede en Montreal por parte del gobierno federal y del de Quebec.

Mientras, el gobierno canadiense estableció que analiza cualquier tipo de adquisición militar relacionada con Boeing.

Ottawa reiteró que las industrias aeroespaciales de ambos países están “altamente integradas” y contribuyen a mantener buenos empleos y bien pagados entre la clases media de las dos naciones.

Bombardier estaría en pláticas con la firma china Commercial Aircraft Corp of China Ltd. (Comac), que podría invertir en el brazo comercial aeroespacial de la empresa canadiense o comprar acciones del programa C-series, según reportes de prensa.

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