BP donará 10 millones de dólares para estudiar los efectos en la salud tras el vertido

BP donará 10 millones de dólares para estudiar los efectos en la salud tras el vertido

BP anunció hoy que donará 10 millones de dólares a los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH, por su siglas en inglés) para cofinanciar un estudio sobre los posibles efectos del vertido de su pozo averiado en el Golfo de México en la salud de los trabajadores implicados en la mitigación y limpieza del desastre.

El NIH, un conjunto de agencias del Departamento de Salud estadounidense, aportará otros 10 millones de dólares para lanzar "este otoño" la investigación, que se desarrollará a lo largo de varios años.

En un comunicado, BP precisó que su donación se tramitará a través de la Iniciativa para la Investigación del Golfo (GRI, por su siglas en inglés), un programa de investigación independiente de 10 años de duración y dotado con 500 millones de dólares.

"Aún tenemos mucho que aprender de este incidente, y BP proporcionará estos fondos al NIH porque está bien posicionado para asegurar la calidad y la integridad del proceso de investigación independiente", dijo en un comunicado Bob Dudley, el próximo consejero delegado de BP.

El NIH tendrá "completa autonomía" para distribuir la cantidad donada por BP, según aseguró la agencia gubernamental en un comunicado, en el que subrayó que los fondos de la petrolera permitirán "agilizar el lanzamiento del estudio".

Según la directora del NIH, Francis S. Collins, que anunció el proyecto de investigación en junio, "era necesario empezar inmediatamente a estudiar la salud de los trabajadores que estuvieron directamente involucrados en resolver esta crisis".

"La donación de BP ayudará a acelerar nuestro trabajo con las agencias federales, el ámbito académico y las autoridades estatales y locales", añadió Collins.

La investigación, llamada "Estudio del Trabajador del Golfo", se centrará en la exposición de los trabajadores de la zona al crudo y a los productos dispersantes, y en las consecuencias potenciales en su salud, como las "enfermedades respiratorias, neuroconductales, cancerígenas e inmunológicas", según el NIH.

Además, también prevé evaluar los efectos en la salud mental de los empleados y otras situaciones de estrés relacionadas con la catástrofe, como la pérdida del trabajo, las disfunciones familiares y las incertidumbres financieras.

"La idea es implicar a trabajadores de diferentes niveles de exposición, desde los que han estado involucrados en las tareas de quemado del petróleo y limpieza de la fauna hasta otros con menores niveles de exposición, como los que limpian la costa", señaló quien será el autor principal del estudio, Dale Sandler.

El proyecto de investigación estará dirigido por la agencia a la que pertenece Sandler, el Instituto de Ciencias de la Salud y el Medio Ambiente (NIEHS), y en él colaborarán también el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Agencia de Protección Medioambiental (EPA).

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