El estudio llamado "Pulmón Urbano", evaluó la calidad del aire capitalino en los últimos dos meses y reveló que si bien algunos aspectos han mejorado, la presencia de partículas de 2.5 micro micras, conocidas como "polvo de ciudad", están aumentando rápidamente.
Estas partículas, por su tamaño, se van directamente a los pulmones y a los ojos, según los expertos.
El ministro costarricense de Ambiente, René Castro, indicó en conferencia de prensa que si bien hay retos pendientes, también se han logrado avances en cuanto a la reducción de la contaminación del aire en la ciudad.
Castro destacó la caída en la presencia de plomo producto del cambio a gasolinas con menos concentración de azufre.
El funcionario detalló que en otros países de Centroamérica se permiten gasolinas con 500 partes de azufre por millón, mientras que Costa Rica redujo su límite a 10 partes por millón, pese a que estos combustibles son más caros.
Las mediciones de partículas fueron realizadas por el Laboratorio de Análisis de Calidad de la estatal Universidad Nacional (UNA).
Los resultados evidencian valores mayores a la normativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para partículas PM10 y PM2.5, que son pequeñas partículas que, debido a su tamaño, pueden permanecer "flotando" en el aire por un tiempo indeterminado e incorporarse a las vías respiratorias de los seres vivos, o depositarse sobre la superficie de plantas y edificios.
Igualmente se detectaron niveles de iones y metales que deben ser estudiados, por los efectos negativos para la salud humana.
La consultora ambiental Rosario Alfaro, indicó que el aire de San José tiene hasta el doble de lo recomendado por la OMS en la concentración de algunas partículas como sulfatos, cloruros y manganeso, que a largo plazo dañan gravemente la salud.
A pesar de ello, Castro resaltó que gracias a la revisión técnica vehicular, que es obligatoria desde hace algunos años, las emisiones contaminantes de los autos han bajado 30 por ciento.
Para el ministro, el siguiente paso para mejorar la calidad del aire es actualizar la normativa que mide los límites permisibles de emisiones contaminantes, "alineándola con estándares internacionales más estrictos y modernizar del parque vehicular con tecnologías más amigables con el ambiente.