Al referirse a los cinco operativos de alcoholimetría que se realizaron de manera conjunta con diversas instituciones de los tres niveles de gobierno en diversos puntos de esta ciudad capital y en balnearios del municipio para prevenir los accidentes, la dependencia precisa que se aplicaron 420 pruebas de alcoholemia, de las cuales 282 resultaron negativas, es decir, eran conductores con dominio pleno de facultades para circular responsablemente en el tránsito.
En cuanto a los 138 conductores restantes, se determinó que conducían bajo algún nivel de alcohol en la sangre, por lo que se hizo sensibilización entre ellos sobre los riesgos que implican para ellos y los demás automovilistas conducir bajo estas condiciones.
Con base en los resultados de las pruebas que se realizan con el equipo de alcoholimetría, 107 conductores lo hacían con el nivel permitido de 0.40 grados -equivalente a una copa de vino o una cerveza-, por lo que se les permitió seguir manejando, aunque disminuidos en su capacidad para atender situaciones de riesgo.
Las otras 31 personas con cierto grado de alcohol fueron catalogadas no aptas para seguir conduciendo, ya que bajo estas condiciones se reduce la visión, lo que ocasiona desatención de los conductores a las señales de tránsito que no pueden ser percibidas y generan condiciones de alto riesgo para ellos y los demás automovilistas.
La Secretaría de Salud detalla que en el mismo período vacacional también se realizaron acciones de sensibilización y regulatorias para prevenir los accidentes, como la colocación de vehículos chocados en Colima y Manzanillo, una brigada preventiva de información en Colima y la brigada Vigilante infantil en la caseta de peaje de Cuyutlán, en Armería.