Previamente, el gobierno francés se había pronunciado a favor de la oferta de los estadounidenses y, por lo tanto, en contra de las de Siemens y Mitsubishi Heavy Industries (MHI).
Al mismo tiempo, el estado francés se convertirá en el mayor accionista de Alstom con el 20 por ciento.
En el caso de que la entrada de Francia no sea aceptada en Alstom, el gobierno bloqueará la oferta de GE, dijo el ministro de Economía francés, Arnaud Montebourg.
Durante las negociaciones, el gobierno insistió en reservarse el derecho de vetar cualquier operación.
La posición definitiva de Francia en el tema depende, según el presidente François Hollande, de un acuerdo con el accionista francés Bouygues. Según el jefe de Estado, por ahora se negocia sobre el precio de las acciones. Francia quiere asumir dos tercios de la participación de Bouygues en Alstom, para sumar un 20 por ciento en total.
Según informaciones no confirmadas, el estado ofrece 28 euros por acción, el valor que tenía al cierre de las operaciones el viernes. De esta manera, París debería poner más de 1,700 millones de euros sobre la mesa. Sin embargo, Bouygues, al parecer, reclama 35 euros, por lo que el total ascendería a 2,100 millones de euros.
El jefe de General Electric, Jeff Immelt, saludó la decisión del grupo francés. "Ahora llegamos a la siguiente fase de la alianza con Alstom". Se trata de crear una compañía energética competitiva a nivel global, dijo Immelt.