La decisión de los organizadores se produce, pese a que el pasado 3 de marzo se habían comprometido a abrir sus puertas en su fecha original, el 8 de abril.
Sin embargo, la expansión del virus en Estados Unidos y otros países, así como las medidas adoptadas por los principales fabricantes de automóviles del mundo para proteger a sus empleados, han forzado a la organización a suspender la muestra.
"Estamos tomando esta extraordinaria medida para ayudar a proteger del coronavirus al público, los exhibidores y todos los participantes", declaró en un comunicado Mark Schienberg, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Nueva York, encargada de la organización del evento.
Schienberg añadió que han estado en comunicación con exhibidores y sus socios, "y están seguros de que las nuevas fechas para el salón de 2020 harán que sea otro evento exitoso".
El año pasado más de un millón de personas visitaron el evento, entre ellas casi 6,300 periodistas, procedentes de 56 países de todo el mundo.
Estaba previsto que durante las dos jornadas para los medios unos 18 fabricantes celebrasen ruedas de prensa y que se presentasen más de 50 novedades mundiales.
Los organizadores del salón no indicaron si los principales fabricantes han confirmado su presencia para agosto.
Lo que es más difícil es que el retraso hasta ese mes permita al salón desvelar el mismo número de novedades que en ediciones anteriores, ya que los fabricantes en Norteamérica aprovechan la primavera para presentar los lanzamientos que llegarán durante en la segunda mitad del año.
El anuncio del Salón Internacional del Automóvil de Nueva York se produce pocas horas después de que General Motors (GM), el mayor fabricante de Estados Unidos, decidiese suspender la presentación de su nuevo vehículo eléctrico de lujo, el Cadillac Lyriq, por el brote epidémico.
GM tenía previsto presentar el vehículo, considerado clave para la marca de lujo de GM, el 2 de abril en Los Ángeles.
Este y otros fabricantes de automóviles han decidido limitar los viajes de sus empleados como medida de precaución ante la expansión de la epidemia causada por el COVID-19.