Solo dos de las ocho novedades mundiales y siete europeas en Moscú son de vehículos de gama media -Ford expone el renovado Mondeo y, por primera vez en Europa, el Focus sedan-, mientras que el resto van claramente a la caza de millonarios rusos.
Bentley se estrena en la capital rusa con su modelo más caro, Mulsanne, cuyo precio llega a los 600,000 euros, pero que ya es imposible adquirir en Rusia este año, pues la discreta cuota anual de siete vehículos ya está agotada y hay lista de espera.
"El mercado ruso de artículos de lujo se recupera. Lo vemos por el volumen de nuestras ventas, que han crecido un 30 por ciento comparado con 2009", dijo al diario "Védomosti" Oskar Ajmétov, jefe de la distribuidora Mercury, que este año vendió más de 80 modelos Bentley.
Porsche trajo a Moscú el estreno mundial de su modelo de serie más veloz de la historia, el 911 GT2 RS, con una potencia de 620 caballos, que alcanza los cien kilómetros en tres segundos y medio y que costará en Rusia 11.5 millones de rublos (374,000 dólares).
La cuota rusa de ese deportivo, del que se fabricarán 500 ejemplares exclusivos, es de un solo vehículo que ya se disputan cuatro clientes, según un portavoz de Porsche Russland, que en lo que queda de año planea ampliar de 15 a 18 el número de sus concesionarios en este país.
"En Rusia siempre han gustado los coches ostentosos", explica a su vez Andréi Rodiónov, representante de Mercedes, la decisión de su marca de traer a Moscú el estreno mundial del modelo renovado de la clase CL, que costará 6.3 millones de rublos (204,000 dólares), y de presentar en este mercado su último Maybach.
Incluso Renault, que se ha ganado más del cinco por ciento del mercado ruso con su modelo asequible Logan, presenta en el salón de Moscú el estreno mundial de su modelo para ejecutivos, Latitude.
Además, en Moscú tendrán lugar los estrenos mundiales de Range Rover, Freelander 2, Jaguar XJ Sentinel y Toyota Highlander, y los europeos de Infinity QX, Jeep Grand Cherokee, Nissan Patrol, Ssang Yong New Actyon, Subaru WRX STI y Volkswagen Phaeton, y asimismo se presentarán veinte prototipos.
"Los rusos han vuelto a sus hábitos consumistas y la demanda se desplaza hacia los todoterrenos y modelos para ejecutivos", según Tatiana Rusakova, relaciones públicas de Toyota Motor Rus, que también presenta en Rusia su "pick up" Hilux.
En 2009, el 34 por ciento de las ventas de Toyota en Rusia correspondió al sedan Corolla, que éste año descendió a un 20 por ciento, mientras que creció del 27 al 44 por ciento la demanda de todoterrenos.
"El nivel de los preparativos de las compañías automovilísticas y su interés por el salón de Moscú demuestra que confían en la recuperación del mercado ruso", constató la presidenta de la Asociación de Empresarios Europeos (AEE), Olga Búkova.
Según la AEE, las ventas de turismos nuevos, que a raíz de la crisis cayeron en Rusia en 2009 en un 49 por ciento, hasta el millón 466,000 vehículos, en siete meses de este año crecieron un 9 por ciento (963,688 unidades).
Al mismo tiempo, la recuperación es mucho más impresionante en el segmento de alta gama, pues en el mismo período de este año las ventas de Mercedes-Benz crecieron un 59 por ciento, las de Audi un 27 y las de BMV otro 23 por ciento.
El salón de Moscú, que ha conseguido la categoría A, junto a los de Detroit, Ginebra, Londres, París y Frankfurt, este año ocupa una superficie de 100,000 metros cuadrados en los pabellones del centro de exposiciones "Crocus Expo", al noroeste de la capital rusa.