Hoy alrededor de 7 de cada 10 líderes de impuestos en esta región considera que la tecnología aplicada al cumplimiento fiscal es actualmente su mayor prioridad, de acuerdo con la publicación Transformación de la función fiscal a través de la tecnología de KPMG (2018).
En los años recientes, las autoridades fiscales han venido evolucionando y desarrollando tecnología aplicada a las obligaciones. Tan solo en México la contabilidad electrónica y la emisión de comprobantes fiscales digitales son una realidad. En el caso de las declaraciones personales, hoy están a disposición de los contribuyentes propuestas de declaraciones prellenadas sobre la base de la información con la que cuentan las autoridades fiscales. La fiscalización también se ha ajustado a este nuevo entorno. La relación entre autoridades y contribuyentes ha cambiado y cada vez más tendrá como común denominador a la tecnología.
¿Hacia dónde deben focalizarse los líderes de negocio?
Las soluciones tecnológicas en las organizaciones deben enfocarse, como mínimo, a:
Una correcta estrategia para desarrollar tecnología aplicada a los impuestos es la combinación adecuada de las soluciones antes señaladas; no obstante, las organizaciones y los responsables fiscales deben enfrentar diversos inhibidores que pueden afectar la decisión de invertir en tecnología como:
1. La apatía, que no es otra cosa más que la idea de que si la organización siempre ha hecho las cosas de una forma, ¿porque deberían cambiarse?
2. El miedo a lo desconocido, debido a que al utilizar herramientas tecnológicas, como aquellas que hacen análisis de datos, existe la percepción de que se identificarán errores que podrían representar una afectación en la confianza de quien ha venido generando información para el cumplimiento fiscal. Se tiene el riesgo que sea el mismo responsable fiscal en la empresa quien se convierta en el principal inhibidor del cambio
3. Calidad de la información. Una excusa comúnmente señalada es que las soluciones tecnológicas para la función fiscal no son benéficas para la organización en tanto no se tenga certeza de la calidad de la información sobre las cuales se aplicarán; por lo que es común diferir las decisiones de inversión. Sin embargo el desarrollo y aplicación efectiva de esas soluciones representa una gran oportunidad para fortalecer las áreas de control y de manejo de la información fiscal
¿Cómo estar listos?
Un plan estratégico debe necesariamente considerar la inclusión de expertos en tecnología que acompañen a los especialistas fiscales en este proceso de transformación, pues no solo consiste en implementar herramientas tecnológicas sino también la capacitación del personal de impuestos tanto en el uso de herramientas como en el involucramiento del ambiente tecnológico. Asimismo, el experto en tecnología debe convertirse en un elemento que entienda al negocio y aprenda los procesos de la organización para el cumplimiento fiscal, pues esto ayudará a la evolución de la empresa y le permitirá adecuarse a la nueva realidad.
La tecnología es claramente un disruptor para la función fiscal, por lo que solo aquellas organizaciones que entiendan el nuevo entorno como una oportunidad para innovar sus procesos de cumplimiento estarán preparadas para enfrentar el futuro.