Así se desprende del informe "Situación Latinoamérica" que presentó hoy el BBVA en Bogotá a través de una videoconferencia, donde se apuntó a que el fenómeno del sobrecalentamiento no se manifestaría de la misma forma en todos los países de la región.
Según el estudio, las economías de Argentina y Venezuela (con las tasas de inflación más altas) ya "enfrentan una situación de sobrecalentamiento desde hace algunos años".
Brasil, Chile y Perú seguirían por el mismo camino si "el excesivo optimismo" genera una excesiva inversión, señaló durante la presentación el economista jefe del BBVA para América del Sur, Joaquín Vial.
Por su parte, Colombia y México todavía tienen margen para el crecimiento tanto este año como el próximo antes de alcanzar su potencial, agregó el analista.
El BBVA propone para la región un ajuste ordenado de la demanda interna que, según sus datos, en 2010 creció cerca del 8 por ciento y en 2011 lo hará al 5 por ciento.
Para esta institución financiera, sólo Brasil orientó su política fiscal en ese sentido.
Vial consideró poco probable que dichas políticas cambien en el corto plazo en el resto de países, especialmente en Argentina, donde los ajustes podrían retrasarse hasta después de las elecciones presidenciales que el país celebrará en octubre de este año.
Pero una vez que los países latinoamericanos superen esta prueba saldrán "mucho más fortalecidos" que hace cuatro o cinco años, es decir, antes de la crisis global, indicó, a su turno, el economista jefe del Grupo BBVA y director del BBVA Research, Jorge Sicilia.
Respecto a las inversiones, el banco español pronosticó que la inversión en capital fijo aumentará el 8 por ciento en el conjunto de la región.
En Chile, Colombia, Perú y Uruguay esta variable podría crecer entre un 10 y un 15 por ciento, con fuerte presencia de inversión extranjera directa en minería y energía.
"La reconstrucción de infraestructuras dañadas por desastres naturales recientes jugará un papel muy importante", señala también el informe sobre Chile y Colombia, países afectados por un terremoto e inundaciones, respectivamente, el año pasado.
En las cuentas externas, los mayores precios de las exportaciones compensarán parcialmente el impacto de la expansión de la demanda interna sobre las importaciones, aunque se mantendrá una tendencia creciente al déficit.