La segunda edición del estudio califica la habilidad de 25 naciones para enfrentar los retos y oportunidades de la inminente revolución del transporte con los vehículos autónomos, y ofrece una visión profunda de los rasgos clave que la harán posible. Este año se incluyeron cinco nuevos países que por su investigación y desarrollo se han posicionado en el tema: República Checa, Hungría, Israel, Noruega y Finlandia.
“Los resultados del Índice de Preparación de Vehículos Autónomos de 2019 nos muestran que todos los países han progresado en la mayoría de las áreas”, señala Ignacio García de Presno, socio líder de Infraestructura de KPMG en México. “Esto nos dice que los gobiernos están considerando las implicaciones más amplias de los AV, desde los impactos regulatorios hasta los aspectos prácticos de su uso para modernizar el transporte”.
Los cuatro pilares para evaluar la preparación de AV
Cada país es evaluado en cuatro pilares confirmados por 25 variables que reflejan desde la calidad de los caminos hasta aspectos legislativos. Las puntuaciones de los países son muy cercanas y existen áreas de oportunidad que les permitirían cerrar brechas:
1. Política y legislación: considera el enfoque y compromiso actual del gobierno del país hacia los vehículos autónomos, junto con la eficacia general de los organismos gubernamentales y legisladores, así como la capacidad de colaboración con el sector privado. Singapur y el Reino Unido son líderes en este ámbito; México ocupa el lugar 24.
2. Tecnología e innovación: basado en la inversión del sector privado en AV, cuenta las patentes, consorcios de la industria, sedes de compañías, capacidad de innovación y disponibilidad de nueva tecnología, entre otras. Israel y Noruega ocupan la cúspide; México se encuentra en el lugar 23.
3. Infraestructura: enfocado en requerimientos para los AV, como caminos de calidad para el transporte personal y de carga, redes de datos (4G) e internet de alta velocidad y estaciones de carga para vehículos eléctricos. Países Bajos y Singapur encabezan este pilar y México está en la posición 22.
4. Aceptación del consumidor: Retoma aspectos como la opinión de los consumidores sobre los AV, exposición y penetración de mercado, la proporción de la población que vive en ciudades que reciben pruebas de los vehículos, uso de la tecnología, entre otros. Singapur y los Países Bajos lideran, mientras que México se ubica en el lugar 21.
Como novedad este año, KPMG realizó un estudio de opinión del consumidor para entender mejor sus percepciones respecto a los AV. Los hallazgos revelaron que los consumidores de todo el mundo prefieren fuertes normas y reglamentos de seguridad, y que la gente en algunos países es mucho más positiva acerca de la revolución AV.
Los consumidores en India, México y los Emiratos Árabes Unidos tuvieron las opiniones más positivas, en tanto que los de Reino Unido, Estados Unidos y Canadá fueron más escépticos. “El público debe sentirse cómodo con los AV”, considera Ignacio García de Presno. “Si no existe una amplia aceptación y disposición por parte de los consumidores para usarlos, será difícil que se desarrolle un mercado de vehículos autónomos”.
México, un camino aun por recorrer
El tratado UMSCA (T-MEC) favorece la integración entre los tres países socios y puede ayudar a que México se adentre más en esta tecnología. Sin embargo, los cambios geopolíticos que ha vivido el país han desacelerado el avance en vehículos eléctricos y autónomos, y la infraestructura es todavía insuficiente. Las administraciones locales tienen más posibilidades de emprender la preparación de AV, como el caso de la Ciudad de México, que está prometiendo un transporte público mejor y más limpio; sin embargo, aún queda camino por recorrer.
Las empresas también desempeñan un papel importante, y la reforma energética, particularmente en el mercado de energía eléctrica, debería acelerar este proceso. “Hay una gran oportunidad para mejorar nuestra red eléctrica e incrementar el número de participantes en el sector. Somos optimistas de que la iniciativa privada trabajará junto con el gobierno para seguir avanzando. El futuro es autónomo”, concluye García de Presno.