El futuro de la industria de la automoción "es un camino de baches hasta 2011", según se desprende del último estudio internacional de Ernst & Young, que bajo el título European Automotive Survey 2009 analiza las opiniones de 300 empresas del sector en Europa, incluidas algunas españolas, sobre cómo se están preparando para salir de la recesión.
Mientras que casi el 70por ciento de los directivos espera que el negocio mejore ligeramente durante 2010, cerca de un tercio ofrece una perspectiva más sombría apostando por 2011 como fecha en que las ventas del sector vuelvan a crecer de forma sostenida.
Para Peter Fuss, responsable del sector automotriz para Europa de Ernst & Young, aunque la industria ya ha pasado por una etapa dolorosa de cambios sin precedentes, los fabricantes y proveedores todavía no ven luz al final del túnel.
La industria del motor, al contrario que otros sectores que muestran pequeños signos de crecimiento, todavía tiene por delante un largo viaje hacia la recuperación, asegura.
El estudio también revela el temor de más del 60 por ciento de los encuestados a que las ventas caigan considerablemente cuando se acaben las subvenciones estatales.
El porcentaje más alto de directivos que temen un desplome en las ventas se encuentra en Francia, con un 86 por ciento; Alemania, con un 74 por ciento; e Italia con el 60 por ciento, mientras el sector español es el más optimista en relación a este escenario, ya que sólo el 26por ciento de los encuestados teme que las ventas disminuyan tras el fin de los incentivos.
Estos resultados podrían ser indicativos de la efectividad de las subvenciones ofrecidas por estos países, y por otro lado, también reafirma las críticas mantenidas por algunos sobre estos incentivos que simplemente han mantenido las ventas de coches durante este año, en opinión de Fiss.
La crisis no es la única causa del ajuste que está sufriendo esta industria, ya que los cambios en las necesidades del consumidor tienen también un gran impacto en los actuales modelos de negocio y en los productos que ofrecen las compañías.
Cuando son preguntados por las oportunidades que están surgiendo en el segmento de automóviles, casi el 60 por ciento de los directivos prevé un incremento en las ventas de los modelos que no superen los 15 mil euros, según el estudio de Ernst & Young.
En el caso del siguiente tramo, los vehículos que oscilan entre los 30 mil y los 50 mil euros, el 40 por ciento espera una disminución en ventas, mientras que en los de gama más alta, aquellos automóviles que superan los 50 mil euros, los resultados son similares con un 45 por ciento de directivos que reconoce que las ventas disminuirán.
El cambio en las preferencias del consumidor hacia modelos más pequeños y económicos es clave para la industria, ya que este segmento es menos rentable para los proveedores, fabricantes y distribuidores, según Ramón Masip, socio responsable del sector automotriz para España de Ernst & Young.
Incluso cuando el volumen de ventas vuelva a la senda del crecimiento, la rentabilidad en la industria no mejorará. Esto podría tener un efecto especial sobre algunas de las marcas más prestigiosas, especialmente para los fabricantes de países como Alemania y Francia, argumenta Masip, que extiende el efecto a los proveedores de componentes, entre ellos los españoles.
Los directivos encuestados destacan la importancia de la influencia social y política como las claves para la recuperación.
Concretamente, el sector español deposita su confianza en dos aspectos: el desarrollo de modelos con un menor consumo y niveles más bajos de emisiones contaminantes y las nuevas tecnologías como la del coche eléctrico, como así lo señalan, respectivamente, un 92 y un 80 por ciento de los encuestados españoles. En Europa estos porcentajes sólo llegan al 65 y el 64 por ciento.
El aumento del precio de la gasolina, la legislación gubernamental que afecta a los objetivos de reducción de emisiones y la reducción de impuestos para los vehículos que menos contaminen, abren una oportunidad.
Sin embargo, para sacar provecho de esta oportunidad, el sector debe anticiparse y continuar la inversión en nuevos productos y tecnologías para cumplir con las nuevas demandas del mercado, concluye. finaliza.