En entrevista con Notimex, el director de Análisis Económico de Banorte, Gabriel Casillas, explicó que cuando hay un ciclo de política monetaria restrictivo, muchos aumentos por un largo periodo sí tienen una incidencia fuerte.
De acuerdo con el especialista, primero afecta a los emisiones corporativas, después a las hipotecas y muy lejanamente a las tasas de interés de la tarjeta de crédito, pero en esta ocasión se ve que será muy gradual la Reserva Federal.
Asimismo, el también vicepresidente de Análisis del IMEF destacó que México también podría darse el lujo de que sea muy gradual, por lo que las afectaciones a las tasas de interés de empresas e hipotecas sería muy limitada.
“En los próximos 12 meses habrá una afectación en las tasas de hipotecas en menos de 100 puntos base y también en las tasas empresariales, por lo que el efecto que tendrá en la economía será muy limitado”, insistió.
Para el director de Análisis Económico CI Banco, Jorge Gordillo, el efecto económico no es tan negativo ahora, porque la decisión de la Fed ya se descontó desde hace un año, y lo importante en el mensaje es que la economía estadounidense se nota sólida y soporta cualquier riesgo.
Coincidió en que el efecto no es tan directo para la gente, ya que el incremento de 25 puntos bases que podría anunciar por su parte el Banco de México (Banxico) “no se nota de ninguna manera en la tasa de consumo, la cual tiene tasas mucho más grandes”.
Además, Jorge Gordillo dijo a Notimex que en el caso de las empresas también es limitado, porque ya lo tenían descontado y protegido desde hace un año.
Y es que, precisó, más allá de la inflación y economía, México se mueve en línea con la Reserva Federal y se estima que el Banxico mueva 25 puntos base las tasas este jueves, ya que de no hacerlo habría un impacto negativo.
En este sentido, Gabriel Casillas expuso que de darse el incremento por parte del banco central mexicano, no hay un riesgo de desencadenar una salida del “capital golondrino”.
De hecho, destacó que si bien en este momento el Banxico tendrá que acompañar a la Fed, hacia 2016 podría “divorciarse o deslindarse” y hacer aumentos por debajo de la institución estadounidense.
“Si pensamos que la Reserva Federal podría incrementar las tasas 75 puntos base el próximo año, el Banco de México lo podría hacer en 50 puntos base”, argumentó el analista.
Respecto al tipo de cambio, Gabriel Casillas comentó que en la medida de que el Banxico suba las tasas, es muy probable que el tipo de cambio termine en alrededor de 16.80 pesos para fin de año.
“En el primer trimestre podríamos ver que continúa una apreciación del peso y toque niveles de 16 pesos por dólar, mucho porque este momento de riesgo ya pasó, pero como vayan pasando los meses y los mercados se cuestionen qué hará la Fed, podrían verse presionadas las divisas emergentes, donde el peso no será la excepción”, señala.
Mientras que Jorge Gordillo comentó que cuando vuelva subir tasas la Reserva Federal, posiblemente se verá “algo de presión” sobre la paridad, pero el petróleo será un punto importante en el desenlace en el comportamiento del tipo de cambio.