"Vamos muy bien con China y otros acuerdos comerciales. El único problema que tenemos es (el presidente de la Fed) Jay Powell y la Reserva Federal", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Powel, agregó, "es como un golfista que no puede dar un golpe suave, no tiene tacto".
El 31 de julio el Comité de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria del banco central estadounidense, por primera vez en una década redujo la tasa de interés de referencia a un rango entre el 2 y el 2.25 por ciento.
Desde entonces se han multiplicado los pronósticos entre los economistas acerca de la posibilidad de que Estados Unidos, cuyo producto bruto interno ha estado creciendo sin pausas desde julio de 2009, entre en una recesión durante el próximo año.
"En EU habrá un crecimiento enorme si él (Powell) hace lo correcto: Un gran corte", agregó Trump sobre la reunión que la Fed mantendrá el 17 y 18 de septiembre.
"¡Pero no cuenten con él! Hasta ahora se ha equivocado y nos ha dejado mal... Competimos con muchos países que tienen unos tipos de interés mucho más bajos y deberíamos tenerlos más bajo que ellos", insistió Trump en referencia Powell, a quien nombró él mismo a comienzos de 2018.
Trump se quejó también de la fortaleza del dólar e indicó que este martes la divisa estadounidense alcanzó su "cotización más alta en la historia de EU".
"No tenemos inflación. Despiértate, Reserva Federal", dijo el gobernante, que destacó que EU tiene actualmente un potencial de crecimiento "casi como nunca antes" lo ha tenido.
A pesar de sus afirmaciones sobre la fortaleza de la economía de EU y de su rechazo a las advertencias de una posible recesión, Trump anunció este martes que estudia la posibilidad de bajar los impuestos que gravan a los salarios en el país, entre otras opciones de alivio fiscal.
Trump, sin embargo, evitó aceptar que haya riesgo de recesión y volvió a acusar a la Reserva Federal (Fed) de ser la culpable de que el crecimiento económico no sea más alto.
La economía de Estados Unidos avanzó a un ritmo anual del 2.1 por ciento en el segundo trimestre de 2019, según el primer cálculo de la evolución del producto interior bruto (PIB) en ese periodo, una señal de ralentización después de haber registrado un 3.1 por ciento en el primer trimestre.