El hipotético retorno de Rusia al grupo es uno de los asuntos que dividen a sus miembros en esta cumbre del G7 en Biarritz, con Trump como el principal defensor de la idea frente a varios socios europeos que mantienen su oposición.
Tras una reunión bilateral con el primer ministro británico, Boris Johnson, Trump reconoció que no sabe si Rusia podrá retornar al G7 en 2020, año en el que Estados Unidos preside el grupo, aunque insistió en que "es ciertamente posible".
El presidente francés y anfitrión de esta cumbre, Emmanuel Macron, se reunió el pasado lunes en París con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el objetivo de no mantener a Rusia alejada del diálogo multilateral incluso si continúa excluida del G7.