En su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”, señaló que si bien las recientes expectativas de crecimiento para este año y el siguiente se mantuvieron prácticamente sin cambios, en este entorno deberá integrarse el impacto que resulte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Ante esta situación es probable que lograr un ritmo de crecimiento económico más elevado se demore más tiempo de lo previsto, argumentó el organismo de investigación y análisis del sector privado.
Indicó que el promedio del pronóstico de crecimiento de los especialistas para los próximos 10 años es de 2.75 por ciento, según la reciente encuesta del Banco de México (Banxico), lo que significó una disminución de cinco centésimas de punto porcentual respecto a la estimación del mes previo.
Señaló que en los resultados de la encuesta del Banxico sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado correspondientes a septiembre, se aprecia que el promedio del pronóstico de crecimiento del PIB para el presente año muestra una ligera disminución, al pasar de 2.16 a 2.10 por ciento.
Esto significa seis centésimas de punto porcentual menos respecto a agosto pasado, comportamiento que puede estar reflejando la percepción sobre el efecto generado por los sismos recientes, consideró el CEESP.
No obstante, precisó, las opiniones se dividen en cuanto a cuál será el efecto neto en la actividad económica del país proveniente, por una parte, de los daños generados por los eventos naturales y por otra, de la mayor actividad que puede ser resultado del proceso de reconstrucción.
En este entorno, hay quienes consideran que al final del presente año el PIB cerrará con una décima de punto menos de lo que se pronosticaba, y quienes esperan que todo el proceso de reconstrucción estimulará diversas actividades productivas como la construcción.
Resaltó que la construcción tiene una importante incidencia en diversas ramas productivas y es una importante generadora de empleos, lo cual puede reflejarse en un mayor consumo, con la posibilidad de que el efecto neto sobre el PIB sea ligeramente positivo.
Sin embargo, hay otras actividades que pueden tardar más en recuperar su dinámica, como el turismo y aquellas que se relacionan directamente con este sector, además del impacto que tendrá en las cifras del trimestre la suspensión de actividades por varios días, acotó.
Refirió que en los resultados de la Encuesta Sobre las Afectaciones de los sismos de septiembre del 2017 que presentó el INEGI, se observa que en las ocho entidades más afectadas, que representan 35.3 por ciento del PIB del país, se concentran 2.3 millones de establecimientos económicos, de los cuales 16.1 por ciento tuvo alguna afectación proveniente de los sismos.
Asimismo, 39.3 por ciento de establecimientos que suspendieron sus actividades, 43.2 por ciento lo hizo solo por un día, 23.4 por ciento por dos días, 10.8 por ciento tres días y 22.6 por ciento por más de tres días, lo cual indica que la actividad económica del país podría tener algún efecto en su ritmo de crecimiento.
No obstante, destacó, otras opiniones consideran que los recursos provenientes de donaciones privadas y presupuesto público contribuirán a aminorar los efectos en los hogares complementando su ingreso disponible, que es a final de cuentas el principal motor del consumo, por lo que es factible que la actividad económica reporte un mayor impulso en el último trimestre del año.
“Si bien es cierto que se prevé que el efecto neto de este entorno será prácticamente nulo en el crecimiento para todo el 2017, es importante tener en cuenta otros aspectos que pueden definir la dirección de la actividad económica en los próximos meses”, como la evolución del consumo, ventas al menudeo y del sector servicios y las remesas, refirió el organismo.