"Son innegables los beneficios de la inversión extranjera directa para las economías de la región y de las inyecciones de capital de las empresas transnacionales que operan en ella", señaló el mandatario cubano durante la apertura de la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En su discurso inaugural, Raúl Castro dijo que los períodos de altos precios de los recursos naturales exportadores "no se han traducido en procesos de desarrollo económico de largo plazo que permitan reducir la pobreza de las poblaciones".
Castro afirmó que la riqueza debe ser el "motor para la eliminación de las desigualdades, (para) convertir el capital natural en capital humano".
Datos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) reflejan que la tasa de pobreza regional alcanzó en 2012 a un 28,2 por ciento de la población, afectando a 164 millones de personas.
Desde su llegada al poder en 2006 Castro impulsa una serie de reformas económicas que se han reflejado en un mayor espacio a la pequeña iniciativa privada. En marzo el parlamento cubano debatirá una nueva ley que regule la inversión extranjera.
El lunes la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, inauguró junto a Raúl Castro la terminal de contenedores del Puerto de Mariel, al oeste de La Habana.
Rousseff cifró la ayuda brasileña en un total de 802 millones de dólares en bienes y servicios, y aseguró que el gigante suramericano desembolsará otros 290 para la llamada Zona de Desarrollo Especial de Mariel (ZDEM), una zona franca similar a las creadas en China en la década del setenta para impulsar su desarrollo.
El gobierno cubano espera que signifique una importante entrada de ingresos en divisas al país y priorizará la presencia de sectores como el biotecnológico o el farmacéutico.