En su aviso de política monetaria, el ente central indicó que la Junta de Gobierno decidió elevar en 25 puntos básicos la tasa clave de interés, a un 8.0 por ciento, ante la tendencia al alza que presenta el índice de precios.
"La inflación enfrenta riesgos importantes relacionados con la posible adopción de políticas que afecten estructuralmente el proceso de formación de precios en la economía", explicó el comunicado.
El organismo sostuvo que "se considera que el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación se ha deteriorado y muestra un importante sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre".
Banxico dijo que desde la decisión más reciente de política monetaria, el pasado 4 de octubre, la moneda mexicana ha visto una "depreciación importante" respecto al dólar.
La debilidad del peso es consecuencia de factores externos, como la fragilidad de la economía global, además de la intención de cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), anunciada el pasado 29 de octubre por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Banxico dijo que existe "preocupación de los mercados" por las políticas de la nueva administración, que asume el próximo 1 de diciembre, y por algunas iniciativas legislativas, lo cual llevó a varias agencias calificadoras a cambiar la perspectiva de la deuda soberana del país, de estable a negativa.
"Este entorno presenta importantes riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y la formación de precios en la economía", sostuvo el organismo autónomo.
"Por ello, es particularmente relevante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien una mayor productividad, un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión", agregó el ente.
La entidad monetaria consideró que el balance de riesgos para el crecimiento económico local continúa sesgado a la baja e incluso se ha deteriorado en el margen debido, en gran medida, al complejo entorno externo que enfrenta la economía mexicana y a los elementos internos de incertidumbre.
Por ello, Banxico dijo que mantendrá una postura monetaria "prudente", aunque no descartó ajustar de nueva cuenta el costo del crédito si detecta que su objetivo de inflación del 3.0 por ciento se ve comprometido.
El organismo central mencionó que dará un seguimiento especial al traspaso potencial del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria entre México y Estados Unidos, así como a la evolución de las condiciones de holgura en la economía.
La inflación en México se ubicó en un 4.90 por ciento interanual hasta octubre, debido a mayores precios de los combustibles, en línea con una tendencia internacional.
Banxico estimó un crecimiento del Producto Interno Bruto de México para este año de entre el 2 y el 2.6 por ciento, de acuerdo con estimaciones recientes.